El rival comenzó con dos victorias tras dos ascensos y lleva cinco sin ganar
Un partido peligroso para intentar cortar la mala racha
Bravo no entró en una lista de convocados idéntica a la del último encuentro y tampoco se esperan cambios en la alineación. El Girona vive hoy una fiesta.
Joseba ITURRIA | DONOSTIA
Girona y Real quieren poner fin esta tarde a sus rachas de cinco partidos oficiales sin ganar en una visita peligrosa para los guipuzcoanos. El catalán es un equipo que hace dos años estaba en Tercera y la mayoría de sus jugadores y el entrenador se mantienen del último ascenso, con lo que su motivación hoy será muy grande porque para ellos es el partido más importante de su vida en un campo lleno para ver a un histórico y con las cámaras de la televisión autonómica catalana en directo.
El gerundense es un equipo en el que todos destacan a su entrenador, Raúl Agné, y su juego colectivo. No es un conjunto de calidad y por eso le cuesta meter goles, pero juega muy bien sin balón y eso unido a su motivación y al apoyo de un campo lleno le hace ser muy peligroso hoy. Cuando un equipo como el realista depende tanto de tener el balón es difícil jugar sin la confianza que se pierde tras cinco partidos sin ganar y además el Girona no le va a facilitar su juego de ataque.
Contra el Castellón, el domingo
Por eso el partido es más complicado de lo que puede parecer por el análisis de las dos plantillas y sería muy bueno para la Real ganarlo para cortar la racha negativa y recuperar aire de cara a dos encuentros muy importantes contra el Castellón, el próximo domingo a las cinco en Anoeta, y contra el Tenerife.
Para ganar en Girona Claudio Bravo no viajó tras volver ayer de Chile, con lo que Lillo repitió la misma convocatoria del último partido y es previsible que insista con el mismo once, con la única duda de la presencia de Sergio o Gerardo junto a un Mikel Aranburu que disputará hoy su partido 300 con la Real después de una semana en la que ha sido protagonista involuntario. Sería bueno que el azpeitiarra juegue un buen partido hoy, algo que dependerá de lo que hagan los demás porque por su forma de jugar es el que más acusa cuando su equipo está mal porque siempre se ofrece y los demás no lo hacen tanto, lo que dificulta su tarea de buscar después un destinatario.