Por si hubiera alguien con dudas sobre los méritos del Baskonia a acceder a una de esas plazas semivitalicias que la Euroliga quiere repartir, el equipo gasteiztarra recibirá a los dirigentes de esta competición que se reunirán el martes en el Artium como líder destacado de la que dicen la liga más potente y equilibrada del continente. Seguro que habrá veladas más vibrantes que la de ayer, en las que el equipo de Ivanovic deberá desarrollar un juego mucho más redondo, pero teniendo en cuenta las limitaciones física a las que se está teniendo que enfrentar, la fiabilidad que está demostrando el plantel azulgrana es digno de resaltar.

Al Baskonia, como ante el Manresa, le costó mucho entrar en el partido. Con una nefasta carta de tiro en juegos de campo, 36% en tiros de dos y un 1/5 en triples, fue Mustafá Shakur el que tomó las riendas anotadoras para aguantar a un Granada que, sin Borchardt, tampoco era capaz de anotar, con otro pobrísimo 25% de tiros de campo. Con Teletovic y Rakocevic con el punto de mira desviado, el ataque local resultó muy espeso y las rápidas faltas de McDonald y Barac fueron otro problema a sumar en un cuarto que concluyó con 18-16.

Sin poder contar con Prigioni ni Splitter, que estuvieron vestidos de chándal en el banquillo, a Dusko Ivanovic le costó dar con la tecla para poder marcharse en el marcador. Lo intentó con Mickeal de falso cuatro, con cinco jugadores muy abiertos con Barac de center, pero el acierto de Videnov desde la línea de triple le dio ventajas de hasta tres puntos al equipo de Trifón Poch al inicio del segundo cuarto. El montenegrino buscó entonces la reacción en una defensa que tampoco carburaba con la entrada de Sergi Vidal en cancha y, pese a las claras muestras de dolor en su hombro del capitán, la reacción llegó. Adelantar la defensa supuso provocar seis pérdidas del equipo nazarí en apenas tres minutos y sobre todo Mickeal, lo aprovechó para abrir brecha a base de contraataques. Un parcial de 11-0 provocó los primeros aplausos de un pabellón también bastante apático y el Baskonia se plantó con ocho puntos de renta al descanso.

Mejor tras el descanso

Una vez se descolgó en el marcador, el Granada se desinfló en la segunda mitad. Sin una referencia interior clara, a los de Trifón Poch se les acabaron las vías de penetración y en el tercer cuarto su anotación se vio reducida a quince puntos. En el Baskonia, sin desarrollar un juego para nada redondo, la calidad de Rakocevic, Mickeal y pinceladas de Baraca y Shakur le sirvieron para abrir la brecha hasta los 17 puntos, 62-45, al término del tercer cuarto. Sergi Vidal recibió un golpe en su hombro dolorido en este tercer cuarto, lo que le hizo sentarse en el banquillo, pero aunque al principio se temió por una recaída, Dusko recurrió al badalonés cuando, al comienzo del último cuarto, la zona de Trifón Poch amagó con algún apuro innecesario.

No obstante, al contrario que hace dos semanas, el Granada no pudo acercarse en el marcador, ya que Rakocevic, con su triple 300, y Teletovic lo evitaron desde 6,25.