¡Cagüen la leche Merche!
Ines INTXAUSTI | Crítica de televisión
El ser humano es el único animal que sabe despreciarse a sí mismo. Sé que no se trata de ningún tipo de sabiduría, por supuesto. Mejor haber escrito «que se desprecia a sí mismo». Sin embargo, a veces, parece poner una energía tan meditada en el hecho, que da realmente pavor. No me imagino al Rey León llorando en medio de la selva por haberse zampado una gacela. Ni siquiera tras haber tragado a su domador. Y muchísimo menos increpando a un tigre por haberlo hecho. Quizás debamos remitirnos a la ficción para visualizar un par de lágrimas en las infinitas mejillas de King Kong, después de haber estrujado las vértebras de Fay Wray o Naomi Watts, en cualquiera de sus dos versiones.
Pero, ya les digo, ficción, no más. Mercedes Milá se ha convertido en la Reina Leona de la selva con toda autoridad. Quizá no sea un ser humano sino una Supra Mujer. Conduce los formatos más perturbadores de la historia del aparato reproductor televisivo con una naturalidad que espanta de envidiable. Convierte la basura más tóxica en conciencia ejemplar para el espectador. Es un tesoro para el canal en el que trabaja y, sin duda alguna, un referente ético para la audiencia. ¿Cómo lo hace?. Pues no despreciándose a sí misma, of course. Es una especie de Madre Teresa del agujero negro catódico. Y cuando hablo del agujero negro, hablo del más negro, sí señor. Ha descendido de su condición de noble hasta la arena del plató sin red ni espada y con la conciencia bien limpia.
Sabe sacar lo peor de cada uno de los concursantes y su comité de apoyo, insultarle sin que éste lo perciba y meter caña (esto último es un eufemismo, claro está) de tal manera que ninguna de estas situaciones parezca querellable. Una maga del 8º arte, si es que a esto podemos llamar arte y no parte. Aunque solamente fuera una maga de la 8ª parte de la publicidad de los productos que maneja y manipula (y lo es de mayor parte) podría acabar con la labor emprendida por la verdadera Tere de Calcuta y acometer la misma empresa en el África tropical. Quizás un día...