Nafarroa Oinez
Muchos clientes para esa lengua tan poco comercial que ni tiene presupuesto
Miguel Sanz anunció hace semanas que en el próximo presupuesto su Gobierno primará las «lenguas comerciales», en referencia al inglés o al alemán. Será por eso que ni el consejero de Educación ni el director de Euskarabidea han sabido precisar a GARA cuánto dinero tendrá el euskara en 2009. Pero el euskara vende, y mucho. ¿Alguna lo dudaba ayer?
Ramón SOLA
El consejero de Economía, Álvaro Miranda, presentó el viernes el proyecto de Presupuestos para 2009. Hace unas semanas, Miguel Sanz había adelantado más recortes para el euskara, argumentando que su Gobierno pretende primar lo que denomina como «lenguas comerciales». Así que tras esa comparecencia de Miranda, GARA preguntó directamente al director de Euskarabidea a cuánto ascendía el presupuesto para 2009. Xabier Azanza confesó que no lo sabía.
Cabía pensar que el consejero de Educación, del que depende el Instituto del Vascuence, sí lo conocería, así que GARA interpeló a Carlos Pérez-Nievas ayer, en la Ikastola Jaso. Pero tampoco: «Ha habido cambios en el tema de la financiación. La situación es difícil, no sólo en el euskara, también en el capítulo de Universidad. Hay que tratar de llegar a la menor reducción posible», fue la respuesta.
El presupuesto para el euskara en Nafarroa va camino de ser un secreto mejor guardado que el de la receta de la Coca-Cola. Y no sólo el de 2009. A día de hoy, 20 de octubre de 2008, partidas comprometidas para este ejercicio como la de ayudas a los medios euskaldunes siguen bloqueadas, con la crisis económica como argumento. Eso hace que esté en el aire la continuidad de proyectos como Esan Erran Irratia, de Ultzama. Y la recaudación de la Hacienda navarra no deja de mermar, con lo que se temen más recortes. Pero Pérez-Nievas se resiste a admitir algo tan obvio como que el euskara es la primera víctima: «Hasta el 31 de diciembre no se puede decir qué está bloqueado y qué no».
Será que el euskara, como dice Sanz, no es comercial. Y, sin embargo, ayer allí estaban todos y todas para la foto. Estaba el consejero, estaba la delegada del Gobierno español, Elma Saiz, estaba la presidenta del Parlamento, Elena Torres. Bueno, todos no. El Ayuntamiento de Iruñea tuvo la decencia de no posar en la foto, pese a que la de ayer fue la mayor concentración humana anual en la ciudad después de la de los Sanfermines. Y Roberto Jiménez, nuevo líder del PSN, tampoco se dejó ver en la inauguración, rompiendo la línea fijada por su antecesor, el fallecido Carlos Chivite. Jiménez fue coherente con su negativa a retocar la Ley del Vascuence.
Los anfitriones atendieron a todos con exquisitez. Las ikastolas miman su relación con el Gobierno navarro, y como botones de muestra recientes quedan la legalización de los centros de la «zona no vascófona» y el salto de Xabier Azanza desde la presidencia de la Federación de Ikastolas de Nafarroa a la dirección de Euskarabidea. Pero su fuerza, su clientela, sus «compradores» están en la calle. Ayer se probó de nuevo.
Si el Gobierno navarro no sabe o no contesta cuando se le pregunta por el presupuesto, decenas de miles de euskaltzales siguen dispuestos a echar mano a la cartera. Fueron muchos quienes volvieron a casa con decenas de tickets en el bolsillo. Demasiados para una lengua tan poco comercial.
