Cinco corredores han sufrido las consecuencias de la reducción de plantilla, ya que sólo se incorporan Mikel Nieve y Pablo Urtasun
La vida y el ciclismo no se acaban al recibir la baja del Euskaltel
Galparsoro, Bru y Albizuri mantienen la esperanza de seguir y Luengo y Aperribai ya han comenzado a trabajar en otros ámbitos. El agradecimiento al Euskaltel impera sobre el malestar por recibir la baja.
Joseba ITURRIA | DONOSTIA
Euskaltel Euskadi cerró el sábado una temporada tras la que, al margen de la marcha de Zubeldia a Astana, causan baja cinco ciclistas -Albizuri, Aperribai, Bru, Galparsoro y Luengo- y se incorporan Mikel Nieve (Orbea) y Pablo Urtasun (Liberty).
Parece que los tres vascos del Scott seguirán en un equipo Pro Tour con Gianneti y Matxin y se rumorea que con el patrocinio de Mapei y con Bettini como compañero, pero el ciclismo está muy mal para tener un equipo. Pese a la dificultad de encontrar otro destino, el agrade- cimiento al Euskaltel impera sobre el dolor de recibir la baja.
Así Antton Luengo, que en verano decidió dejarlo, señala que «no rendía. Estaba muy agradecido al equipo, he estado toda la vida y no tengo ninguna queja. En invierno me ayudaron mucho con la enfermedad de mi aita, que en cinco meses murió y quería estar con él. El equipo me dejó tranquilo, dieron prioridad a mi padre y es de agradecerlo. Si cuando estás un mes parado ya es duro volver, tras cinco de no llevar una disciplina de horarios y entrenamientos no me veía útil y hablé con el equipo para dejarlo porque me veía que no rendía. Ha habido momentos en los que pensaba que podía rendir más, pero no he sabido dar el paso. No me quedo con lo que podía hacer y no he hecho. Correr en Euskaltel fue el sueño de mi vida. Soy socio del equipo desde 1991 cuando era un chaval. Para mí era una cosa muy lejana llegar a profesionales y me quedo con lo bonito de este deporte y no con lo malo».
A la semana de dejar el ciclismo empezó a trabajar y su caso es parecido al de Lander Aperribai, que tras recibir la baja rápidamente ha encauzado su vida laboral, que desarrollará ligado al ciclismo en el departamento comercial de Etxeondo y lo compaginará con ser monitor de spinning en dos gimnasios.
Aperribai: «Mi hándicap, la edad»
Aperribai ha estado dos años en Euskaltel y también hace un balance positivo: «Para mí ha sido cumplir un sueño. Ha habido momentos buenos y malos, pero el balance es positivo. Mi hándicap ha sido mi edad, he pasado tarde y el tiempo jugaba en mi contra. No es lo mismo ser de segundo año con 22, que te dan más calma, que con 26, que te exigen más. Cada año iba a más, pero debía ir más rápido. La plantilla ha bajado de 26 a 22 y para que yo entrara echaron a otros y ahora me ha tocado a mí. No he tenido todo el tiempo que necesitaba, pero tampoco te lo pueden dar porque aprieta la gente por detrás». No pudo acabar su única grande en el Giro al llegar fuera de control en la crono y ni se plantea buscar otro equipo en profesionales.
«No me apetece seguir, he hecho lo que he podido y en mi vida sólo he querido cambiar a mejor y eso no podía por los resultados. Rápidamente he empezado a encauzar mi vida laboral en Etxeondo, donde me incorporo en enero. Andaré en bici cuando me apetezca y no llueva. Voy a hacer todo lo que no he podido hacer en quince años: nadar, jugar al frontón... Era mi hobby y volverá a serlo».
Albizuri no se siente valorado
La mayor crítica de la baja de Euskaltel es la de Beñat Albizuri. Entiende que «estoy agradecido porque me dieron la oportunidad de dar el salto. Pero una vez de darlo, estoy molesto por no valorar mi trabajo. He sido un corredor valiente, que siempre he ayudado al equipo, me he metido en cantidad de fugas, he trabajado para Koldo y ellos no han valorado eso. Todos los ciclistas no pueden ser válidos para ganar, pero yo he hecho desde el primer al último día el trabajo sucio y creo que bien».
Galparsoro, por su parte, señala que «en la primera etapa en Euskaltel me fueron bien las cosas. Fui a Kaiku, conseguí dos victorias y estuve muy a gusto, pero desapareció y me dieron la oportunidad de volver y estoy agradecido. No he tenido suerte y lo que me da pena es no rendir en el año en el que menos problemas físicos he tenido. No puedo achacar nada a Euskaltel, no he dado un buen nivel».
En la misma línea, Bru admite que «en Australia y Mallorca me encontraba a gusto, pero quizás tuve una primera parte de calendario excesivo, luego llegan las alergias y no he conseguido darle la vuelta. Me sentía cansado, no recuperaba. El año anterior fue parecido a otros con buenas actuaciones en Polonia y Alemania, pero reconozco que no me han salido bien las cosas. Han sido dos malos años a nivel deportivo sin seguir la progresión que llevaba hasta ahora».
Galparsoro y Bru llegaron a Euskaltel hace dos años al desaparecer Kaiku y sus opciones de seguir dependen de que Óscar Guerrero pueda sacar otro equipo. Al respecto, el de Ataun señala que «cuando tuvo la oportunidad dos años lo demostró y es un pena que un gran director como él, de los que cuentas con una mano en el profesionalismo, esté en la calle. Me preocupa más su situación que la mía. El ciclismo es un mundillo en el que prevalecen los intereses de cada uno, antes que la enseñanza y unos valores como los de Óscar. Con él tengo un buen trato y sé que lo está intentando y me alegraré si lo consigue, pero de esto no he hablado con él. He mirado otras cosas y tengo un representante para que busque si sale algo».
Admite que «el tema es complicado. A ver si tengo un poco de suerte para seguir y no quedarme con este mal sabor de boca tras un año en el que me vine abajo psicológicamente tras el Giro. Luego otras circunstancias que he tenido me han hecho no estar demasiado centrado en lo que hacía y es una pena dejarlo así. Pero si llega el momento hay que aceptarlo. Lo que no voy a hacer es seguir sin dignidad porque hay muchas cosas que salen indignas y que no puedes aceptar. No por mí, sino por los jóvenes con los que me entreno. No voy a poner el grano de arena para que el ciclismo siga así. Debe ser una profesión digna y no te puedes agarrar a cualquier cosa para sobrevivir. Para estar mal prefiero buscarme la vida en otros ámbitos».
Jon Bru, por su parte, señala que «de Óscar se comenta algo, pero soy de los que menos sé, no hay nada seguro y lo que toca es esperar. De momento no he mirado mucho, he hablado con mi antiguo equipo, La Pecol ahora Liberty, y no hay sitio. No me planteo ir a Portugal, pero igual acabo ahí. De momento prefiero esperar si sale algo por aquí, igual dentro de un mes tengo las ideas claras. Ahora estoy perdido».
No le importa ir a un equipo de categoría menor porque «ahí me han salido las cosas bien y he disfrutado y quiero volver a sentirlo. Tengo ilusión por volver a disfrutar y a ver si de los errores se aprende. He cometido algún error y puedo aprender, ponerlo en práctica y volver a tener sensaciones y disfrutar como otros años».
«En invierno me ayudó con la enfermedad del aita mucho, veía que no rendía y estaba muy agradecido al equipo. He estado toda mi vida aquí y no tengo ninguna queja. Era socio del equipo desde que era un chaval en 1991 y para mí ha sido un sueño correr en él en profesionales».
«No me apetece seguir, he hecho lo que he podido y en mi vida sólo he querido cambiar para mejorar y eso no podía hacerlo. Rápidamente he encauzado mi vida laboral en Etxeondo, a donde me incorporo en enero. Ahora andaré en bici por hobby cuando me apetezca y no llueva».
«Estoy agradecido porque me dieron la oportunidad de dar el salto. Pero una vez de darlo, estoy molesto por no valorar mi trabajo. He sido un corredor valiente que siempre he ayudado al equipo, me he metido en cantidad de fugas, he trabajado para Koldo en el sprint y no se valoró».
Beñat Albizuri competirá con el maillot de Euskaltel hasta el 31 de diciembre porque piensa debutar el 8 de noviembre en el ciclo-cross de Barakaldo: «Siempre he tenido ganas de hacerlo. Soy un ciclista con mucha técnica y chispa y hace años me dijeron que podía hacer bien el ciclo-cross. Ahora tengo el tiempo y la oportunidad e intentaré hacerlo lo mejor posible. He empezado a entrenarme esta semana y espero cogerle cuanto antes el truco. Tengo muchas ganas e ilusión y sé que lo que voy a hacer es para mí y no para un equipo».
Hasta que acabe el año correrá con el maillot de Euskaltel y luego se plantea buscar un sponsor que le patrocine, aunque «lo primero es comenzar a correr y ver cómo se me da. Luego intentaría buscar algún sponsor y centrarme en preparar el próximo año porque ahora todo me ha pillado de sopetón. Si esta temporada me sale bien, quiero preparar la siguiente a tope». Y es que de cara al futuro ve más factible encontrar un hueco en esa especialidad que en un equipo de ruta: «Espero alguna respuesta y hay un representante que me busca equipo, pero no es el momento para poder elegir. Espero como agua de mayo que salga un equipo, pero está complicado».
