ELA se ofrece para edificar un nuevo proceso basado en Lizarra-Garazi
En la sede que Euskal Herriko Laborantza Ganbara tiene en Ainhize-Monjolose, ELA celebró ayer su Consejo Nacional, un marco desde donde este sindicato dio a conocer el documento «Indarrak bildu burujabetza irabazteko», que aborda la actualidad política de este país. En sus intervenciones, Amaia Muñoa, Adolfo Muñoz y José Elorrieta fijaron en el acuerdo de Lizarra-Garazi el modelo a seguir en el futuro.Maite UBIRIA |
Cerca de dos centenares de delegados participaron ayer en el Consejo Nacional que ELA celebró en la pequeña localidad bajonavarra de Ainhize-Monjolose, donde este sindicato hizo público un documento de reflexión -«Indarrak bildu burujabetza irabazteko»-, aprobado el pasado día 20. Un texto que coincide con el décimo aniversario del acuerdo suscrito en Lizarra y en Garazi por representantes de la mayoría social, sindical y política de este país, y que sitúa en este hito el modelo a seguir en futuros procesos.
El objetivo de la madrugadora cita -algunos delegados de Ezkerraldea, por ejemplo, partieron de sus localidades a las 5.30 horas- era, precisamente, trasladar a la opinión pública la reflexión que hace ELA sobre la actualidad política en Euskal Herria, al hilo del décimo aniversario del acuerdo de Lizarra-Garazi.
Fueron Amaia Muñoa, Adolfo Muñoz y José Elorrieta los encargados de dirigirse a sus compañeros de sindicato, y en las tres intervenciones prevaleció una idea: el acuerdo de Lizarra-Garazi es el modelo, y ELA está dispuesta, de cara al futuro, a adquirir un papel «más activo» en un proceso basado en el acuerdo suscrito hace diez años.
Muñoa, candidata a ser elegida secretaria general adjunta en el congreso que ELA va a celebrar en noviembre, sostuvo que «en primer lugar debe desaparecer la lucha armada para posibilitar el trabajo conjunto entre abertzales», y defendió la necesidad de consensuar «contenidos concretos en el camino hacia la consecución de los objetivos nacionales».
Por su parte, Muñoz, que próximamente tomará el relevo de Elorrieta en la secretaría general, sostuvo que en estos diez años «no nos hemos quedado de brazos cruzados», y defendió el papel propio que los sindicatos deben adquirir en el ámbito político, que «no es un espacio particular de las élites políticas y económicas».
A su parecer, «quienes queremos trabajar por la libertad de este pueblo debemos unir fuerzas, desarrollando un proceso civil y democrático». «ELA no se va a conformar que hacer un trabajo de mero colaborador -agregó-, en esto tambien hemos avanzado, y mucho, en los últimos diez años».
No a la «transversalidad»
El secretario general de ELA, por su parte, consideró que atendiendo a la actitud de los estados, «no hay espacio de negociación ni posibilidad de jugar a la transversalidad», para lanzar a continuación, y por diferentes motivos, duras críticas a la propuesta de Anoeta y al plan Ibarretxe. «No se puede hacer un proceso soberanista sin una planificación del trabajo, sin tener cerca a la sociedad y sin tener en consideración la transformación social» afirmó, opinando que a la hora de un impulsar un nuevo proceso «lo importante no es qué se escribe, ni el calendario, sino lograr una confianza permanente entre quienes quieren llevarlo a cabo».
ELA celebró esta cita, el marco de decisión más importante entre congresos, en la sede de Euskal Herriko Laborantza Ganbara, donde Elorrieta dijo sentirse «como en casa» antes de trasladar su apoyo al trabajo que realiza esta institución.
Tras la cita en Ainhize-Monjolose, ELA dará a conocer hoy en Bilbo el contenido del documento de reflexión sobre la actualidad política que fue aprobado el día 20.