Sangre, sexo, muerte, pasión, aventura... Son algunos de los ingredientes que aderezan la mitología vampírica. Ingredientes que ejercen una irreprimible atracción hacia los seres que vagan por las tinieblas de la imaginación humana. El miedo y la curiosidad se mezclan en la percepción del espectador que observa a los atractivos y embaucadores bebedores de sangre. Cada cierto tiempo sus historias regresan, cada cierto tiempo las leyendas de vampiros vuelven a estar de moda. Bram Stocker fue el pionero al crear uno de los primeros mitos universales sobre vampiros. Tras él las incontables sagas vampíricas en cine, teatro o literatura, no han hecho otra cosa que cosechar éxitos ante un público fascinado por lo sobrenatural, sobre el lado más oscuro de la vida. Si hace unos años la reina era Anne Rice, en los últimos tiempos triunfan entre los más jóvenes las novelas de Stephenie Meyer. En las televisiones estadounidenses arrasa «True blood»(Sangre auténtica), una serie dirigida por el creador de «A dos metros bajo tierra». Televisión, cine y literatura, una unión complicada pero fructífera la mayoría de las veces. La literatura alimenta al sector audiovisual y éste hace famosas muchas obras literarias que, de otra forma, pasarían desapercibidas en un mercado injusto, sobre todo con la literatura. A veces los oficios se confunden con el arte y a la inversa, a veces escritores de renombre pasan a imágenes sus historias escritas. En otros casos, directores de cierto prestigio se decantan por la escritura como forma de expresión. Este año, el mercado de los libros de Frankfurt ha acogido con cierto entusiasmo la primera novela de Guillermo del Toro. «The strain» (El virus) forma parte de una trilogía de novelas de vampiros que promete conseguir adeptos. Del Toro, que en estos momentos está inmerso en su versión de «El hobbit», ha sido uno de los protagonistas de una feria bastante gris consiguiendo vender sus relatos a una veintena de «países» (por aquí la leeremos a partir de abril). Sus novelas hablan del bien y del mal, del miedo ante lo desconocido, del lado más oscuro de la vida... Contextualizada en el Nueva York de nuestros días, la trilogía recoge en su primer volúmen los ecos de la sobresaliente novela de Richard Mattheson «Soy leyenda». Pero el mexicano no trabaja solo; para abarcar un proyecto de tales dimensiones y compaginarlo con el cine cuenta con la ayuda del excelente guionista y novelista Chuck Hogan para escribir los tres libros, a ritmo de uno por año. Habrá películas. Vampiros...