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Alvaro Reizabal Abogado

En otoņo, rollo de primavera

¿Han observado que la sombra de Urkullu es últimamente muy otoñal y alargada? ¿Se han dado cuenta de que de repente tras el líder jeltzale aparece emergente y como agigantándose la imagen del aitxitxe Atutxa?

El otoño es la estación del color, de las bellas imágenes de bosques enrojecidos por las hojas caducas a punto de caer. Era también sinónimo de setas y hongos, aunque este año brillen por su ausencia y parece raro que a estas alturas del calendario vaya a enderezarse la cosa, salvo que en algún momento y de forma inopinada se produzca el milagro- so y ansiado «golpe».

Paradójicamente, en este otoño micológicamente tan escaso se ha producido ya una imagen de golpe, de efecto y puede que de estado. ¿Han observado que la sombra de Urkullu es últimamente muy otoñal y alargada? ¿Se han dado cuenta de que, de repente, tras el líder jeltzale aparece emergente y como agigantándose la imagen del aitxitxe Atutxa? Sorprende que el de Areatza, aparcado desde hace tiempo, reaparezca en una forma que no es espontánea, que se pretende subrayar, remarcar. Urkullu le saluda personal y afablemente y después, el ex presidente del Parlamento de Gasteiz se coloca a su lado o detrás, pero de manera ostentosa. Quizá me equivoque, pero para mí que el PNV, que está preparando con esmero la cohabitación con el PSOE y el PP, pretende impregnar por ósmosis a su presidente del perfil de Atutxa, que, pese al desliz que le llevó a su condena penal, ha sido, probablemente, el político nacionalista más aplaudido en España.

No creo que nadie haya olvidado los elogios que recibía en todos los medios españoles cuando era responsable de la Ertzantza. Por eso su imagen puede servir para la amable integración en España, que haga olvidar los líos de la consulta. Puede ser eso o que el poder de Juan Mari ha aumentado tanto que se ha convertido en el alter ego del presidente, o las dos cosas a la vez. Veremos.

Hablar de las estaciones es, en definitiva, hablar del tiempo, del clima, de sus cambios, o sea, ser un comunistón. Así lo ha predicado el Presidente de FAES y anteriormente de España, Jose María Aznar. Con un tupé que cada vez causa mas estragos en los corazones del ancho mundo, llamó a los preocupados por el cambio climático inquisidores de una nueva religión que condena a la hoguera. Cada vez da mas miedo el PP que viene, el del futuro. Al de ahora, al de Rajoy, que dice preocuparse del efecto invernadero, pese a lo de su primo, le dan caña por traidor y se postulan Esperanza Aguirre y el propio Aznar. ¡Qué rollo!

Volviendo a la cohabitación, Urkullu se reunió con Basagoiti para normalizar relaciones entre sus respectivos partidos. Al termino de la reunión, el pepero aclaró que con ellos se pude contar para hablar de economía y de los temas que sirven para que los vascos vivan mejor, pero no para rollos de independencia. También pueden hablar de lo cómodos que vivían con Franco, de que no hay que enjuiciar los crímenes de la guerra o de su discurso beato y casposo. Pueden y quieren hablar de cualquier rollo rancio, pero no de independencia, que es el futuro, el rollo de primavera.

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