«Si el debate se hiciera hoy, el resultado sería diferente»
JACQUES SAINT-MARTIN, PRESIDENTE HONORARIO DE LA CCI DE BAiONA
Aunque está retirado, el ex mandatario de la Cámara de Comercio e Industria de Baiona, Jacques Saint-Martin, sigue muy de cerca los grandes proyectos que afectan a Ipar Euskal Herria. Y el de la nueva línea del TAV le está dejando «perplejo».
He analizado en detalle todos los argumentos de RFF, sobre todo los relativos a la nueva línea de Baiona a Hendaia, y he ido de sorpresa en sorpresa. Al comprobar la falsedad de los argumentos, y me extrañé mucho de que nadie pensara en verificarlos. El único que lo ha hecho ha sido el Colectivo de Asociaciones en Defensa del Medioambiente (CADE), y hemos llegado a las mismas conclusiones. He tratado de alertar las autoridades y decirles que se estaban metiendo en un tema nada claro...
Para poder verificar sus argumentos ha viajado mucho en tren …
Lo hice hace año y medio. Vivo cerca del puente de Burruntz en Bidarte (de ahí el nombre de la asociación), que está próximo a la autopista y a la vía férrea, por lo que no me ha sido muy difícil comparar la afluencia de tráfico en las dos vías. En el ferrocarril pasa un tren cada hora. En cambio, en la autopista la circulación es constante. En mi investigación he tomado el tren con la esperanza de lograr algún dato que se aproxime a los adelantados por RFF. No podía creer lo que veía. Hasta acudí a una maestra para comprobar si no me equivocaba en los cálculos. Tras estas indagaciones, varios empresarios que conocía se sorprendieron mucho y creamos la asociación. Y es que el documento del proyecto de RFF está lleno de interrogantes.
¿Cómo explica que los poderes públicos locales apoyen el proyecto?
Para mí también es un misterio. Supongo que existe una especie de veneración hacia el ferrocarril, hacia la SNCF. Es una institución en el Estado francés. Casi nadie coge el tren, pero todos querrían que hubiese más trenes. Además, las agencias de comunicación con las que trabajan tanto RFF como SNCF son muy buenas. Lo sé porque yo mismo he trabajado con ellas. Así que los poderes públicos no se atreven a contradecir sus proyectos. Hoy llegan diez o doce TAV por día a Hendaia. La línea actual puede, por tanto, soportar fácilmente un aumento de circulación. Sin embargo, dicen que hay que crear una nueva línea porque la actual está saturada. Pero, claro, eso lo dicen RFF y la SNCF, los mismos que promueven la creación de una nueva línea y que aportan sus estadísticas para probarlo cuando éstas debieran ser realizadas por un organismo independiente.
El Tribunal de Cuentas también ha criticado los datos adelantados por RFF…
Así es. Según ellos, el coste real será muy superior a lo anunciado por los promotores (más del 28% para todo el proyecto y un 45% más sólo para el proyecto ferroviario). Además, manifiestan que han sobreestimado las cifras del tráfico en un 51%. El Consejo de Análisis Económicos llegó a las mismas conclusiones. Si el debate público se hiciera ahora, el resultado sería muy distinto.
¿Tienen la intención de reunirse con los representantes políticos locales?
En breve nos vamos a reunir con Jean Jacques Lasserre (Consejo de Electos), Jean Baptiste Etcheto (Consejo de Desarrollo) y la ministra de Interior, Michelle Alliot-Marie. Otros electos han preferido no concedernos una cita. Es imprescindible que se vuelva a hacer el estudio, y que se digan claramente las previsiones reales. Yo no estoy en contra de una nueva línea, pero antes debería probarse que la actual no podrá soportar un aumento de tráfico. En las líneas de Ipar Euskal Herria sólo funcionan 33 trenes regionales, que transportan unas 800 personas al día, mientras en el mismo perímetro transitan 100.000 vehículos al día por carretera. Eso da una visión de en qué se ha convertido el transporte de ferrocarril.
¿Y la línea Donibane Garazi-Baiona?
Sólo la utilizan 100 personas al día. Aunque aumenten el número de trenes, los vehículos seguirán siendo mayoritarios (hay 18.000 al día en la salida de Uztaritze). Las estaciones están muy lejos de los centros urbanos y, lo queramos o no, el transporte de masas se hace por coche.
¿Cuál es la solución?
Estaría bien que se hablara con los organismos del Estado español para que se estudie una manera de disminuir el tráfico de camiones. Pero no creo que haya soluciones alternativas. Las soluciones que existen hoy en día son complementarias. Bilbo es un buen ejemplo de ello.
Ainize BUTRON