Los jóvenes independentistas llaman a movilizarse frente al PNV el viernes
Las cargas policiales y los enfrentamientos que sucedieron el sábado por la noche ensombrecieron durante un par de horas un Independentzia Eguna que congregó a miles de jóvenes en Hernani. Tras las cargas pudo seguir la fiesta con grupos como Betagarri, Anestesia o Ken Zazpi. Los jóvenes independentistas han hecho una valoración positiva de la jornada, pero no pasarán por alto la actuación policial: el viernes se concentrarán ante el PNV.
GARA |
Los jóvenes independentistas han convocado movilizaciones frente al PNV para este viernes en respuesta por la gratuita carga policial con que respondió al Independentzia Eguna del sábado en Hernani y que dio pie a los posteriores enfrentamientos e incidentes con la Ertzaintza, con un balance de cinco detenidos y varios heridos.
En la valoración que hicieron llegar ayer a los medios, los jóvenes califican de éxito este Independentzia Eguna y felicitan tanto a los miles de jóvenes que acudieron pese a la amenaza de Madrid y Lakua, así como a todo el pueblo de Hernani.
Aunque será en los próximos días cuando concreten el lugar de las movilizaciones contra el PNV, los jóvenes independentistas explicaron que las protestas se llevarán a cabo este viernes, 31 de octubre, frente a los batzokis, y que su objetivo será denunciar la actitud de la Ertzaintza el sábado y evidenciar que «el PNV no es abertzale, sino una marioneta en manos de España». En relación a lo ocurrido la víspera, apuntaron que «una vez más pudimos ver qué es el PNV. El que cumple sumisamente todos los mandatos de Madrid. El que en Gasteiz dice fácilmente palabras como Euskal Herria y decidir, pero que en la práctica responde `amén-jesús' a todo lo que dicen desde Madrid». Entienden, además, que la actuación de «la policía del PNV» en Hernani supone «una plasmación práctica» de la votación conjunta del PSOE con el PNV en los presupuestos.
No obstante, subrayaron que la actuación de la Ertzaintza no consiguió frustrar ni reventar el Independentzia Eguna, que siguió su curso una vez que la Policía autonómica abandonó el centro del pueblo guipuzcoano.
Así, agradecieron y felicitaron a los miles de jóvenes que inundaron el sábado Hernani a pesar del veto de la Audiencia Nacional española al acto políticos y de las amenazas que desde primeras horas del sábado comenzó a realizar la Ertzaintza.
Además, y teniendo en cuenta «los difíciles momentos» en los que también se vieron envueltos, los jóvenes independentistas agradecieron la ayuda y el trabajo que llevó a cabo el pueblo de Hernani.
Mientras que las agencias de información continuaban ayer -sin más base que el auto judicial- afirmando que la Ertzaintza cargó contra un acto convocado por «la organización ilegalizada de apoyo a los presos de ETA-Askatasuna», lo cierto es que el veto de Madrid estaba dirigido contra el acto político que estaba previsto que los jóvenes independentistas, convocantes de la jornada, iban a llevar a cabo por la noche en la carpa grande.
Así, a las 19.15 siete dotaciones de la Ertzaintza ocuparon la citada carpa, mientras que en el pueblo el ambiente festivo no remitía. La carga policial que dio pie a los duros incidentes producidos después cogió por sorpresa a los cientos y cientos de personas que marchaban por las calles sin pancartas ni otro elemento reivindicativo.
Hernani quedó repleta de barricadas de fuego, en paralelo a las incesantes cargas policiales. Grupos de encapuchados también atacaron dos cajeros automáticos y la carretera comarcal GI-131 quedó bloqueada.
Por lo que respecta a los daños físicos, la DYA atendió a al menos seis personas con contusiones, golpes y brechas. Un joven, por ejemplo, fue atendido con la cabeza ensangrentada a consecuencia de una de las cargas, realizadas a pelotazos.
En total fueron cinco los jóvenes detenidos por la Ertzaintza. Para practicar uno de estos arrestos, los policías rompieron el cristal de una sociedad gastronómica con el objeto de entrar y llevarse a un joven que se encontraba en su interior. Los cinco detenidos, a los que la Ertzaintza acusa de un delito de «desordenes públicos», quedaron ayer en libertad.