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Derbi en Illunbe

La historia concede una segunda oportunidad a Bruesa GBC

El conjunto donostiarra jugó un gran choque a nivel colectivo y borró del mapa a un Tau Baskonia que sólo existió en el tercer periodo. Splitter fue el mejor baskonista, y Popovic se retiró lesionado.

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BRUESA GBC 75

TAU BASKONIA 62

Arnaitz GORRITI | DONOSTIA

El 23 de diciembre de 2006 un Bruesa GBC debutante en la ACB se dejaba remontar una ventaja de once puntos ante Tau Baskonia en Illunbe. Los donostiarras hicieron más merecimientos para llevarse el choque, pero el miedo a ganar de una plantilla inexperta regaló un inesperado triunfo a un conjunto baskonista irregular hasta el exceso.

Pero la historia a veces concede segundas oportunidades, y ayer Bruesa GBC tuvo la suya. Como hace casi dos años, volvió a ser mejor que un Tau Baskonia abúlico y, pese a sufrir un reminiscente «achuchón» baskonista en el tercer cuarto, supo mantenerse a flote y tomarse cumplida venganza. La experiencia de los «viejos rockeros» donostiarras -Panko, Marconato, Roe, Hopkins...- valió para borrar literalmente del mapa a los de Ivanovic, que mostraron una cara irreconocible.

En lo que a la clasificación liguera concierne, con dos victorias y dos derrotas, el horizonte de Bruesa se ve más claro. Por su parte, Tau Baskonia sumó ayer su primer tropiezo de la temporada, cediendo galantemente el liderato de la ACB a Unicaja.

Sueñecito dominical

La diferencia principal de ayer -amén de los ¡veinte! rebotes de más que capturaron los de Laso- es que mientras Bruesa GBC acometió el derbi con ímpetu arrollador, convencido en sus posibilidades de victoria, Tau Baskonia apareció en Illunbe con la manta encima.

Aprovechando que el domingo, por el cambio horario, tenía 25 horas, parecía que algunos jugadores gasteiztarras acababan de levantarse. De hecho, diríase que la pareja interior Teletovic-McDonald aún tenía legañas en los ojos, porque no daba una a derechas. En contraste, Lou Roe y David Doblas agarraban todos los rebotes habidos y por haber, otorgando la iniciativa en el marcador al conjunto guipuzcoano. La única mácula entre los de Laso fue la lesión de Bojan Popovic. El base serbio, que acudía al derbi con molestias en un gemelo, debió retirarse a los dos minutos de empezar el partido. A falta de pruebas complementarias que lo confirmen, Popovic sufre una rotura fibrilar.

Después del 22-15 del primer cuarto, Bruesa GBC rompió el partido en el segundo asalto, de la mano de un Carlos Andrade que reivindicó más minutos jugando un partidazo. El alero portugués fue eliminado por cinco faltas, pero marcó la diferencia así en ataque como en defensa. También hay que destacar a Denis Marconato, que dio toda una lección de trabajo oscuro -bloqueos, body checks, palmeos... un lujo- Por parte baskonista sólo Tiago Splitter -que debutó ayer tras una larga lesión muscular- se salvaba de la quema. De la mano del pívot brasileño, la zona gasteiztarra dejó de ser una verbena continua, pero el ataque gasteiztarra no atinaba ni con el pase, y mucho menos con el tiro. Como curiosidad destaca un lanzamiento de cinco metros de San Emeterio que sobrevoló el aro como un meteorito. Con el luminoso 43-26 al descanso, sólo la memoria de aquel Bruesa-Tau de 2006 perturbaba en el horizonte una victoria donostiarra que se antojaba cantada.

La bronca de Ivanovic debió ser de órdago. Eso, que el criterio arbitral entró en un vaivén digno de un vals de Strauss y que Bruesa GBC se esmeró muy mucho en dilapidar su ventaja. Entre bromas y risas, una rigurosa antideportiva de Uriz, de la mano de Prigioni, Mickeal y Rakocevic, Tau Baskonia endosó un parcial de 6-19 para arrimar la diferencia a un emocionante 49-45. Aunque sin buen juego, había partido.

Pero este Bruesa 2008 no es el de 2006. La veteranía de su «comité de ancianos» y los tiros libres -volantazo arbitral que aprovecharon Marconato y Doblas- mantuvieron a los guipuzcoanos. Además, una serie de canastas de Marconato -un triple, más en concreto- y Sergio Sánchez, sumado a varios errores infantiles en el pase por parte alavesa, rompieron definitivamente el marcador. Los últimos minutos fueron un continuo despropósito que condujo el derbi al 75-62 final.

Ivanovic: «Ez dut halako jarrera erakusten duen jokalaririk nahi»

Zaratarik atera gabe, Dusko Ivanovicek ez zeukan berbetarako gogorik derbiaren amaieran. Gizalegez, Bruesa Gipuzkoa Basketen lana azpimarratu zuen bere burua «larrutu» aurretik.

«Bruesari zorionak eman nahi dizkiot, neurketa ona egin baitu, baina akatsa gugan egon da. Oso gaizki ekin diogu partidari, eta oso oker amaitu, zaila baita gaizki hasi eta gero zuzentzea. Hirugarren laurdenean errekuperatzeko parada izan dugu, gure defentsa askoz hobea izan baita, baina ez dugu defentsako lanari jarraitzeko behar adina indar izan eta azken orduan erasoan erabaki txarrak hartu ditugu», esan zuen.

«Taldearen aurreneko hogei minutuak ez dira onargarriak. Nik ez dut halako jarrera erakusten duen jokalaririk nahi; ez dut horrela jokatzen duen talderik nahi. Ez da posible aurkariak, erasoan, guk defentsan baino errebote gehiago hartzea. Hori jarrera kontua da», bota zuen Ivanovicek.

Lasok, berriz, euforia alde batera lagatzea nahiago zuen. «Liga txapeldunari irabazi diogu, baina hobe dugu garaipen hau ahaztea. Gustura nago taldeak erakutsi duen indarraz; hiru laurdenetan Tau 15 puntu edo gutxiagotan utzi dugu, eta horrek eman digu garaipena», esan zuen. Popovicen lesioari buruz «zuntz haustura bat» izan dezakeela adierazi zuen, oraindik argitzeke badago ere.

Doblas eta Splitter jokalariek ere antzerako berbak izan zituzten. «Ez dugu suziririk botako, baina zaleei oparitzeko moduko garaipena izan da. Denok zeozer eskaini dugulako irabazi dugu», aipatu zuen Doblasek. Splitterrek, aldiz, «Indarrik gabe hasi gara, eta dena egin dugu gaizki», onartu zuen.

A. G.

El «sheriff» Comas salva su bigote al ganar Cajasol al Real Madrid 109-116

Después de haber perdido los cuatro primeros partidos, el sheriff Manel Comas, entrenador de Cajasol, salvó ayer su bigote al realizar la proeza de la jornada. Cajasol derrotó 109-116 en la prórroga al Real Madrid. La estrella del partido fue Pecile, con 23 puntos.

La anécdota del día también tuvo a Comas de Protagonista. Un señor vestido de paisano le enseñó una placa de policía y amenazó con detenerlo por derribar una botella de agua tras darle una patada a una silla.

A. G.

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