La Asamblea Antipolígono movilizó ayer en Tutera a varios cientos de personas para exigir la desmilitarización de las Bardenas, oponiéndose al nuevo contrato anunciado desde el Ministerio de Defensa y la Junta de Bardenas -cuya firma puede ser inminente- para mantener la instalación un periodo que oscilaría entre los diez y los treinta años. Los manifestantes reclamaron el desmantelamiento del Polígono de Tiro de las Bardenas, con una pancarta que rezaba «Ni 30, ni 20, ni 10, desmantelamiento ya».

Tras la marcha, a la que acudieron representantes políticos de Nafarroa Bai y de la Chunta Aragonesista, Milagros Rubio, portavoz de Asamblea, leyó un manifiesto que considera la firma de un nuevo contrato «un atraco a bolsa llena».

En el texto se asegura que con la prolongación de la actividad militar se va «en contra de nuestra seguridad, nuestra tranquilidad presente y futura y nuestro disfrute personal».

Rubio denunció asimismo «la pasividad y la permisividad del Gobierno de Nafarroa y de los partidos UPN, PSN y CDN».

En sus palabras, «más lamentable e increíble que la actitud de la Junta es la de las propias autoridades navarras, tan forales ellas y tan preocupadas de que prevalezcan los intereses de Nafarroa sobre cualquier otra cuestión». Esta denuncia la extendió a las autoridades aragonesas, «pues sus poblaciones son `consufrientes' de todos los riesgos y peligros», afirmó parafraseando la denominación de «congozantes» de los pueblos de la zona.

Actividad fuera de control

Rubio cuestionó el beneficio obtenido por la Junta con la firma del contrato que permitiría a los militares continuar en las Bardenas, asegurando que «lo único que buscan desde la Junta es gestionar cada año ocho millones de euros con mínimo control institucional». En ese sentido apuntó que «de ahí han sa- lido el `palacete' que tienen por sede y las excursiones internacionales del presidente bardenero y de sus agradecidos alcaldes y ediles».

La portavoz de la Asamblea declaró que desde la Junta «pretenden que el Polígono continúe horadando nuestra tierra y taladrando nuestro sosiego, pues nadie nos explica qué sustancias se experimentan en Bardenas o qué armamentos prueban quienes después acuden a guerrear por el mundo». Rubio recordó que «nadie lleva a cabo el debido control de armamento y terrenos». Por ello alertó de la gravedad de «ignorar qué se experimenta en un Parque Natural, Reserva Mundial de la Biosfera», como son las Bardenas.

Rubio, concejal de NaBai en Tutera, enlazó el problema con la crisis económica, al considerar que con ella «se acerca un mundo más inseguro, y por lo tanto, más imprevisible militarmente». Aseguró que «la gravedad que adquiere la propuesta de 30 años de la ministra Carme Chacón y que desea firmar la Junta, es hoy de una magnitud incalculable» dado que en la nueva situación «los objetivos militares adquieren relevancia sumamente importante».

Incidió en la necesidad de que «Bardenas deje de ser territorio militarizado, por nosotras y nosotros, por las generaciones venideras y por la paz», ya que «en caso de conflicto, el polígono de tiro será uno de los objetivos militares para quien sea».