La Espiga de Oro -el máximo galardón de la Seminci-, el Premio Pilar Miró, destinado al mejor nuevo director, y el que anualmente concede el Consejo Local de la Juventud de Valladolid «por su tratamiento irónico de la realidad» y su originalidad argumental son algunos de los premios conseguidos ayer por «Estómago». La película del brasileño Marcos Jorge, un artista conocido por sus instalaciones de vídeo y que es autor de varios cortos y un documental, compitió a su vez en la pasada edición del Festival de Cultura y Cine Latinoamericano de Biarritz, donde obtuvo el Premio Especial del Jurado. El filme, políticamente incorrecto por demás, sorprendió y no dejó indiferente al público de la villa labortana.

Esta sátira en favor de la dignidad y en contra de la desigualdad social, con la gastronomía como hilo conductor, está protagonizada por Joao Miguel, quien también fue distinguido con el premio al mejor actor; un galardón compartido con el alavés Unax Ugalde, éste como cabeza de reparto de «La buena nueva», de la navarra Helena Taberna. La Espiga de Plata fue para el filme «El frasco», del argentino Carlos Lecchi, donde con el envoltorio de una comedia desliza el drama de dos vidas, hombre y mujer interpretados por Darío Garndinetti y Leticia Bredice, ancladas en la rutina y sobrepasadas por la inseguridad de su soledad. El último trabajo de Chus Gutiérrez, «Retorno a Hansala», sobre la tragedia de las pateras, fue reconocido con el Premio Especial del Jurado.

La mejor actriz fue la finlandesa María Heisnaken por su participación en «Los momentos eternos de María Larsson», de la sueca Jan Troell, película premiada también con el galardón a la mejor fotografía, mientras que la coproducción nórdica (Dinamarca, Finlandia, Suecia y Noruega) «Terriblemente feliz», del danés Henrik Ruben Genz, recibió los premios al mejor guión, firmado por el propio director, y la mejor música. Por su parte, la prensa internacional (FIPRESCi) distintiguió a «La ventana», una aproximación del argentino Carlos Sorín a los últimos momentos de la vida de un escritor octogenario.

Unax Ugalde (un sacerdote rural en la ficción) coprotagoniza con Barbara Goenaga «La buena nueva», la película de Helena Taberna ambientada en la Guerra Civil (1936-1939), con la que revisa el papel de la Iglesia en esa contienda. Instantes después de conocer el fallo del jurado, el actor quiso dedicar el premio «a la verdad de este país» y apuntó que espera «que la película ayude a profundizar en un debate que ya está abierto». Manifestó que le gusta crecer tanto profesional como personalmente «pasito a pasito», cree que esta cinta «abrirá ciertos ojos» y que éste premio «va a venir bien a la película y a la verdad que contiene».

Además, dedicó el galardón a su abuelo, ya que ayer era su cumpleaños, y consideró «un lujo» recibir una distinción «en un festival tan fuerte como el de Valladolid».