Por el momento, la crisis económica y financiera no ha golpeado con fuerza a las empresas del Ibex 35, aunque es cierto que los altibajos de los mercados financieros remueven su acciones a cada momento. Si tenemos en cuenta los resultados económicos del primer semestre, aunque algunas grandes corporaciones ya han presentado los resultados hasta setiembre, esas empresas obtuvieron un beneficio de la explotación que se elevó a los 42.363 millones, un 4,2% inferior a igual período de 2007. Sin embargo, repartieron un 19,8% más en dividendos, hasta alcanzar los 11.518 millones, según datos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

El comportamiento es muy desigual, porque el sector no financiero ha elevado un 25,2% su resultado hasta los 19.274 millones, mientras que las entidades financieras en conjunto se han situado en parecidos términos respecto al primer semestre del año pasado, ya que alcanzaron un beneficio global de 9.544 millones, un 0,3% inferior a un año antes a pesar de la crisis financiera tan importante que está sacudiendo los cimientos del capitalismo bancario. Esa cantidad, sin embargo, ya está rebasada con los beneficios logrados hasta setiembre por BBVA (4.501 millones) y Santander (6.935 millones). La explicación del buen comportamiento de las multinacionales se encuentra en que tienen «un colchón extraordinario» con sus inversiones en el exterior. Un informe de William Chislett para el Real Instituto Elcano señala que «las multinacionales españolas cosechan los beneficios de su estrategia», ya que obtienen de media entre el 40% y el 50% de sus beneficios de sus inversiones en América Latina. Entre las mismas, se encuentran las vascas BBVA, Iberdrola y Gamesa. Hay, además, un millar de empresas vascas más pequeñas que tienen implan- taciones en el exterior, que les está permitiendo frenar la crisis. De esta manera, se puede indicar que la colonización económica de América Latina por parte de esas empresas está permitiendo sortear las dificultades económicas del momento.

En menos de veinte años la inversión de las multinacionales españolas en el exterior ha pasado de sólo 12.000 millones en la década de los noventa del siglo pasado a 94.000 millones sólo durante el año pasado.

Así, un 46% de los beneficios que BBVA ha obtenido hasta setiembre provinieron de México y América del Sur. Lo mismo le pasa a Iberdrola, tanto en su negocio tradicional de electricidad y las energías renovables, que más de la mitad del mismo llega del exterior. Gamesa se comporta igual. El 61% del beneficio del Santander no se encuentra en el Estado español, sino en el exterior. La mitad proviene de América Latina.

Según ese informe, la facturación de las empresas del Ibex creció un 14,4% en el mercado español en la primera mitad de este año hasta alcanzar los 107.600 millones, y en el exterior el aumento del negocio fue del 20% hasta «superar los 103.100 millones», de los que una parte muy importante está en la otra orilla del Atlántico. «De acuerdo con la evolución de esos datos, estas empresas superarán pronto los ingresos que consiguen en el mercado interno», precisa. Hay que tener en cuenta que nueve de las multinacionales españolas -grupo Santander, Telefónica, Repsol YPF, Endesa, ACS, Cepsa, grupo Ferrovial, Fomento de Construcciones y grupo Mapfre- y las dos de origen vasco BBVA e Iberdrola, se encuentran entre las 500 empresas más importantes del mundo por ingresos económicos.

Otros analistas reconocen que por cada euro invertido en América Latina retornan a las arcas de las empresas inversoras entre tres y cuatro más». Por lo que las plusvalías que están obteniendo son importantes, aunque, en este caso, el Real Instituto Elcano reconoce que la dependencia de las compañías del Ibex con América Latina «les hace ser vulnerables», por lo que muchas de ellas también han extendido sus redes a Estados Unidos, China, Gran Bretaña y Europa.

Dos grandes en el negocio

Los dos grandes del sistema financiero español, el grupo Santander y el BBVA, «han salido ilesos de la crisis financiera» debido a esa diversificación y capacidad de compra. El grupo Santander obtiene el 54% de los beneficios en Europa, con el Abbey que ha sido reforzado con Aliance and Leicester (A&L), y el 32% en América Latina. En este sentido, el presidente del banco, Emilio Botín, ha presentado en Sao Paulo el plan estratégico 2008 a 2010 para Brasil, que significa «la integración Santander-Real». De ese amplio país, Botín espera conseguir un beneficio mayor. Tiene previsto lograr 2.200 millones en 2009 y 2.600 millones, en 2010. En este sentido, Ramón Casilda Béjar, de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos y profesor de la Universidad de Alcalá, analiza en el número 66 de la revista Ekonomiaz «La internacionalización de la banca española en América Latina. El caso de BBVA» y reconoce que «los grupos que presidente Francisco González y Emilio Botín «se han convertido en verdaderas multinacionales», junto con otras empresas como Endesa, Iberdrola, Repsol, Telefónica. Señala que las empresas del Estado español aportan el 30% de la inversión extranjera en esa zona, mientras que Estados Unidos está retrocediendo, ya que en la década de los noventa del XX representaba el 71%, pero ahora no sobrepasa el 39% de la inversión.

Las consecuencias, según relata este experto, son inmediatas, ya que «los resultados empresariales de estas incursiones fueron rápidos, y el peso de los activos internacionales, así como los beneficios en el balance se incrementaron notablemente, produciéndose cifras no conocidas hasta ese momento». El BBVA, según Ramón Casilda, mantiene una inversión de 14.332 millones en diez países americanos y destaca «la estrategia de penetración a través del mercado de las pensiones». Porque el banco que preside Francisco González administra las pensiones de 12,4 millones de personas de América Latina, por medio de las adminis- traciones de fondos de pensiones de siete países latinoamericanos, que le proporcionan una cuota de 18% del total de afiliados. El patrimonio que gestiona en esa zona es de 50.000 millones de euros, que suponen el 23% de los recursos totales del sistema de pensiones latinoamericano.