Joseba ITURRIA
Dar un paso atrás para coger impulso
Lillo no estaba muy feliz porque el triunfo llegó por la elección de un camino que no le gusta, pero hay que agradecerle que renunciara a sus ideales y no sólo porque se lo pidieran desde fuera. Sobre todo porque los jugadores necesitaban otra cosa. Lo mejor que tiene el tolosarra es su capacidad de comunicarse, entender y apoyar a sus jugadores en un momento terrible para los futbolistas en el que es más importante ser psicólogo que buen entrenador. Ayer Lillo hizo lo que le pedían unos jugadores que en la desconfianza que vivían ahora no podían jugar como al inicio de temporada. Lo que sí podían hacer es dejarse el alma y correr de inicio a fin y sólo por esa entrega se ganó ayer. Y ganar nunca supone retroceder. La victoria de ayer, unida a las que tienen que llegar, debe servir para que el equipo recupere la confianza que le permita mejorar el juego con el balón. Hay situaciones en las que es necesario dar un paso atrás para coger impulso.