Liga: Nueva victoria azulgrana en Zurbano
Poco más se puede pedir
El Baskonia, tras un gran tercer cuarto, se impone a un flojo y marrullero Real Madrid en un partido más típico de play off.
Jon ORMAZABAL | GASTEIZ
Zurbano vivió ayer un día redondo y es que poco más se puede pedir a un partido de sexta jornada de la regular: paliza al rival más odiado, retratándole deportiva y humanamente -especialmente el amado Felipe- ante «su televisión», con todos los tocados de nuevo disponibles y consiguiendo una gran simbiosis entre público y plantilla, que terminó agasajándoles tras la pelea del túnel al acorde del ikusi mendizaleak.
Por todo lo que arrastra este tipo de partidos, la tensión se notó de inicio tanto en las gradas, abarrotadas, como en la cancha donde, a pesar de estar sólo en la sexta jornada, se jugó un partido de play-off. Con defensas durísimas, los azulgranas frenaron en seco a Felipe Reyes, principal referente blanco, mientras que las alternantes defensas de Plaza descolocaron al ataque baskonista, que no lograba entrar en ebullición. Las ganas por jugar este tipo e partidos también fueron latentes en el hecho de que todos los tocados azulgranas se vistieron de corto, aunque esas ganas pudieron salirle caras a Mickeal, que tuvo que solicitar el cambio en un contraataque claro que no terminó de culminar.
El cambio de criterio arbitral, mucho más estricto en el segundo cuarto, espesó aún más un partido en el que nadie lograba rachas largas de anotación y los empates eran continuos. Sólo en el minuto final, con la irrupción de un San Emeterio, que cada vez va a más, logró el Baskonia despegarse un poquito y marcharse al descanso con la mayor renta hasta entonces del partido (40-35).
Explosión
El partido se abrió tras el descanso y el Baskonia pudo despegarse en el marcador, sobre todo porque fue capaz de mantener el rigor y la solidez en otro tipo de encuentro mucho menos tenso. La eclosión de Prigioni, con tres triples consecutivos, la irrupción de Rakocevic y la aparición de Teletovic llevaron el éxtasis a las gradas, donde ni siquiera las cuatro faltas de Splitter y McDonald parecían motivo de preocupación, en parte porque Plaza decidió sentar a Felipe Reyes.
El 70-53 para el último parcial presagiaba un último cuarto para disfrutar, pero en la repetición de una película de guión conocido, el Madrid se reenganchó de la mano de una zona y de los puntos de Felipe Reyes, que logró eliminar además a Tiago Splitter, en un momento que parecía crítico.
Como en Ljubljana, Teletovic apareció al rescate con dos triples consecutivos y un tapón a Reyes que volvió a demostrar que su calidad es inversamente proporcional a su inteligencia y deportividad. Por poner algún pero, sólo sobró la pelea ocurrida en el túnel de vestuarios con como no, Felipe en el ajo.
La tensión que flotó durante el partido explotó en el túnel de vestuarios con una espectacular tangana
Final del partido. Los equipos se reunieron en el medio del campo, hicieron sus correspondientes piñas, saludaron al público y se dirijieron hacia el túnel de vestuarios. Hasta ahí nada nuevo. Por delante los del Real Madrid y por detrás los del Baskonia. La gente ovacionaba al equipo gasteiztarra, pero en la cancha la tensión no se calmaba de ninguna manera. Estaba claro, en el túnel se habló más de lo debido, y tangana.
Aquello comenzó a tambalearse de lado a lado. «¿Pero qué sucede?» decía la gente. Pues lo de siempre. Partido de alto voltaje, y chispas en el vestuario. Una tangana en el túnel, y los protagonistas del mismo, los más activos en el partido. Puñetazos, cabezazos, patadas... Pete Mickael volando. ¿Y los protagonistas? El de siempre; Felipe Reyes y Will McDonald. Luego se unieron a la fiesta el siempre comedido Teletovic, Alex Mumbru y todo el que pasaba por delante. En principio los jugadores se calmaron, los entrenadores no querían saber nada. «No sé lo que ha sucedido» decía Ivanovic. Pero la tangana se trasladó a los exteriores del pabellón y media hora depués del final del partido las sirenas rompían el sonido de la noche. El bus blanco fue despedido al grito de «Reyes escoria fuera de Vitoria», pero el «Baskonia, Baskonia» acabó imponiéndose.
Como el jueves en Euroliga, el Baskonia parecía haber sentenciado el partido en el tercer cuarto con muy buenos minutos de baloncesto, pero al final hubo que sufrir algo más de lo necesario. Afortunadamente, Mirza Teletovic volvió a acudir al rescate.
Además de la simbiosis creada entre el público y la plantilla, el partido de ayer sirvió para que todos los tocados volvieran a la cancha y para que jugadores que deben ser importantes como San Emeterio dieran un paso adelante.
