El vecino de Bilbo J.M.M.G., detenido el viernes por la Policía española y trasladado a Madrid tras ser incomunicado por su posible relación con el teléfono móvil con el que se avisó del coche-bomba que explotó el día anterior en Iruñea, permenece en dependencias policiales, y al cierre de esta edición no había ninguna información sobre su estado.

A este respecto, la izquierda abertzale de Bilbo ha denunciado la detención, incomunicación y traslado a la capital española de esta persona, y ha reclamado «el inmediato levantamiento de la situación de incomunicación a la que ha sido sometido, así como su puesta en libertad» ante «la más que evidente vulneración de derechos fundamentales y la posibilidad de que padezca malos tratos y torturas».

En una nota de prensa, la izquierda abertzale considera significativo que este vecino de Bilbo haya sido incomunicado «el mismo día en el que el Comité de Derechos Humanos de la ONU conmina, por quinta vez, al Estado español a suprimir definitivamente la incomunicación».

Asimismo, critica «la ausencia absoluta» de pronunciamiento institucional y de PNV, EB, EA y Aralar, «a pesar de la gravedad de la situación y ante la indefensión absoluta a la que está siendo sometido el ahora detenido e incomunicado». «Silencio, que constrasta con declaraciones grandilocuentes cada vez que se ennegrece una pared o aparece un contenedor cruzado, que es demostrativo del amparo que otorgan esas fuerzas políticas a la violación sistemática de los derechos humanos de las personas detenidas», critica en este sentido.