La comisión de investigación del Parlamento sobre las irregularidades detectadas en el Museo Guggenheim se acerca a su fase final. Después de que ayer compareciera la consejera de Cultura, Miren Azkarate, únicamente queda el paso de su antecesora, Mari Carmen Garmendia. En la sesión de ayer, los parlamentarios decidieron no citar al diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, ya que consideraron que la documentación recogida es suficiente.

Tal y como dejó claro el presidente de la comisión, Antonio Rivera, el objetivo es concluir cuanto antes la ronda de comparecencias. De hecho, él mismo tiene que presentar un informe técnico descriptivo antes del 18 de este mes. Los grupos parlamentarios, por su parte, tendrán que aportar un documento borrador con sus conclusiones de carácter político, que serán sometidos a debate y posterior votación.

Las aportaciones de Azkarate no añadieron novedades relevantes a la investigación. Estuvieron centradas, en su mayoría, en la compra de dólares que se saldó con pérdidas que ascendían a los seis millones de euros. Según explicó Rivera, la consejera informó de «hasta qué punto estaba al corriente» de estas operaciones. En este asunto, resultó reveladora la segunda comparecencia que llevó a cabo el director de la pinacoteca, Juan Ignacio Vidarte, la semana pasada. En ella, aportó el contrato suscrito por el museo y el BBVA, en el que se reflejaba que no se había contratado las labores de asesoría de la entidad para esta operación. Vidarte, aún y todo, insistió en que sí que existió dicho asesoramiento, aunque fuera de forma implícita, tesis defendida también por las diferentes personas que han encabezado el Departamento foral de Cultura de Bizkaia.

Argilagos comparecerá

La comisión parlamentaria que estudia las irregularidades que rodean al museo Balenciaga también se reunió ayer, para fijar nuevas comparecencias. La principal novedad tuvo que ver con que finalmente Julián Argilagos, autor del proyecto, se ha puesto en contacto con los servicios jurídicos de la cámara, después de estar ilocalizable desde que la comisión fijara los comparecientes en julio. Aunque no se ha fijado la fecha, se trata de una pieza clave en la investigación. Argilagos fue el arquitecto a quien su amigo, ex alcalde de Getaria y ex gerente de la Sociedad Berroeta Aldamar, Mariano Camio, encargó la construcción del museo que se saldó, presuntamente, con un fuerte sobreprecio.