La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) halló el pasado viernes y ayer los cadáveres de 60 refugiados somalíes en la costa de Yemen cuando intentaban arribar a ese país árabe.

Algunos de ellos fueron obligados a lanzarse al mar desde un barco de traficantes que los embarcó en Bosasso (la capital de la independentista Puntland), según informó en Barcelona la sección española de la organización humanitaria.

Estos refugiados somalíes cruzaron durante dos días el golfo de Adén en un barco de traficantes en condiciones extremadamente duras. Uno de los supervivientes explicó a MSF que los traficantes les obligaron a lanzarse al agua al ver unas luces en tierra y temer que se tratase de guardacostas yemeníes.