El entorno de Badiola anuncia que presentará un plan de viabilidad y el ERE directamente al juez
Las opciones legales en caso de destitución del Consejo
Todo indica que los administradores concursales presentarán un informe muy duro contra los gestores.
Joseba ITURRIA | DONOSTIA
Los administradores concursales han dejado entrever en los numerosos contactos que han mantenido en las últimas semanas su intención de presentar este viernes un informe muy duro con el Consejo de Administración, lo que justificaría que el juez encargado del caso determine el cese en sus funciones.
No es cierto, aunque en los últimos días ha circulado el rumor, que vayan a pedir el cese de las actividades de la sociedad, aunque sí fue ésa la primera conclusión que sacaron ante la documentación que les presentaba Badiola. A partir de ahí han contrastado toda la información -y la desinformación- recibida por parte del Consejo, han mantenido diversas reuniones y han recogido en cuatro meses elementos más que suficientes que expondrían en un informe que recomendaría la destitución del órgano directivo para reconducir la situación.
Eso se avalaría por la incapacidad del Consejo para presentar un plan de viabilidad, la imposibilidad de trabajar con él -tanto de ellos como de todos los agentes que deben implicarse en la salvación del club- y porque han detectado en la gestión del equipo de Badiola suficientes puntos oscuros para pedir su inhabilitación.
Gestión con apoyos
La Ley Concursal recoge en estos casos esa posibilidad y señala que a los administradores concursales les corresponde adoptar todas las medidas necesarias para la continuación de la actividad. A tenor de las reuniones que han mantenido, la opción más factible que barajan es que ellos asuman las funciones del Consejo apoyados por empleados del club y colaboradores.
Los administradores pueden organizar la sociedad como estimen más oportuno para lograr su viabilidad y la Ley Concursal contempla la posibilidad de que nombren «auxiliares delegados» o «colaboradores». En caso de los primeros, que tendrían carácter ejecutivo, se necesita autorización del juez para determinar su retribución. En el caso de los colaboradores entrarían tanto el personal del club como personas que de forma desinteresada ayudarían para intentar reconducir la situación.
La Ley recoge otras opciones, como que los administradores concursales asuman la gestión en solitario -complicado por la dificultad del fútbol-, o de que el Consejo actual sea sustituido de forma inmediata por otro. Se ha publicado el rumor de que lo suplirá un grupo encabezado por el ex presidente Juan Larzabal, pero es infundado y no ayudaría a tener la estabilidad necesaria. Cualquiera que aparezca será desacreditado y seguiría la crispación y la inestabilidad.
La salida del Consejo facilitaría acuerdos con jugadores y empleados para rebajar los gastos, ya que se pueden contar con los dedos de una mano los que apoyan la continuidad de Badiola en sus funciones. Además ayudaría a una implicación mayor de las instituciones con las que el Consejo está enfrentado.
Si la decisión la tomaran el juez y unos administradores que tienen poder de decisión porque el Consejo ha solicitado acogerse voluntariamente a la Ley Concursal, acompañasen los resultados y no hubiera nadie nuevo que entrara habría una mayor tranquilidad y se abriría un plazo para que los accionistas alcancen una candidatura de consenso en unas elecciones en junio de 2009.
El juez y el Consejo
Estas son las conclusiones que sacan personas que han coincidido con los administradores en las últimas semanas, pero todo depende de lo que decida el juez, ya que no hay muchos precedentes similares. Claro que no es fácil encontrar un caso en el que unos administradores vean lo que han encontrado los que están en la Real.
En una situación normal, un Consejo que no puede ofrecer por sí mismo soluciones y que está enfrentado con casi todos dimitiría, pero no es lo que se trasmite desde su entorno. En las últimas semanas se han dedicado a intentar desprestigiar a los empleados en los que se pueden apoyar y a los propios administradores concursales, así como a trasmitir que esta semana van a presentar al juez un plan de viabilidad y un ERE (Expediente de Regulación de Empleo) tras ver que se han rechazado sus planteamientos por no ser viables y por suponer un coste inasumible.
Esta semana será clave para empezar a aclarar el panorama. No es seguro que el juez decida pronto, que sería lo deseable para acabar con la incertidumbre. Tampoco que el juez determine la inhabilitación del Consejo a pesar del informe, pero de no hacerlo el futuro del club parece casi imposible cuando la dirección está enfrentada y no da credibilidad ni confianza a jugadores, técnicos, empleados, accionistas, instituciones, administradores concursales, patrocinadores...
La otra opción para la destitución del Consejo es su remoción en la Junta que debe realizarse antes del 31 de diciembre para aprobar las cuentas del pasado ejercicio y el presupuesto del presente. Se impidió el pasado 17 de junio cuando una accionista solicitó que se votara su destitución, ante lo que el Consejo de Badiola hizo oídos sordos y dio por acabada la Junta. De votarse ese día habría sido destituido, porque la gran mayoría de las acciones iban a apoyar esa propuesta. Desde entonces, gran parte de lo que dijo en la Junta ha quedado en evidencia, el número de apoyos de Badiola se ha reducido mucho y una votación destituiría al Consejo con seguridad. Sin embargo, personas críticas con Badiola han expresado a GARA su temor a que en las condiciones actuales se pueda adulterar una votación, porque debe ser relativamente sencilla y muy difícil de detectar una alteración informática que cambie el sentido de voto de algunos accionistas o atribuya a alguien un determinado número de delegaciones. Esa desconfianza se basa en el cambio registrado en el aspecto informático, al ser sustituida una empresa independiente por un Comité encabezado por una persona a la que se presenta como futuro consejero. No es positivo que se dude de Soroa ni de nadie. Una votación no debería depender de la honradez y de la voluntad de alguien que va a formar parte del Consejo y que puede estar interesado en que no se cese a la dirección a la que pertenecería para garantizarse un trabajo que puede ser retribuido. Para evitar dudas, sería bueno que el juez -los administradores concursales no son ajenos a esta inquietud-, establezca un sistema que garantice la fiabilidad de las votaciones en las Juntas.
La Ley Concursal establece la opción de que los administradores concursales asuman la gestión de la sociedad con ayuda de empleados y colaboradores hasta el nombramiento de otro Consejo en una Junta.
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Con el informe de los administradores concursales y los documentos que presente Badiola, el juez debe tomar una decisión. Ahí se generan dudas por falta de precedentes.