Reporteros sin Fronteras (RSF) ha pedido «a las autoridades» el sobreseimiento de los cargos que pesan contra el periodista de GARA y el fotógrafo de la agencia Argazki Press, al estimar que «es realmente encandaloso» que Asier Velez de Mendizabal y Lander Fernández de Arroyabe tengan que responder «de complicidad en manifestaciones que únicamente estaban observando».

En un comunicado, el organismo califica de «incomprensible» la actitud de la Fiscalía hacia los periodistas que acudie- ron el 17 de junio de 2008 al Ayuntamiento de Iruñea simplemente a cubrir un acto de protesta de evidente carácter informativo. No entiende RSF por qué se les piden a ambos profesionales penas de cinco meses de prisión, por «complicidad en alteración del orden público», cuando en la descripción de los hechos el propio titular del Juzgado de Instrucción número 4 de la capital navarra reconoce que ambos no formaban parte del grupo de personas que participaban en la movilización contra la ilegalización de la izquierda abertzale.

«Ambos periodistas dispo- nían de acreditación y sólo hicieron su trabajo», argumenta Reporteros sin Fronteras en defensa de Velez de Mendizabal y Fernández de Arroyabe. Además de exigir el sobreseimiento de los cargos que aún pesan sobre los periodistas, pide que les sea devuelto el material confiscado por los agentes de la Policía Municipal de Iruñea. Tras la protesta, los policías requisaron al fotógrafo la cámara y las imágenes obtenidas.

El juez instructor Edilberto Esteban Iglesias ha mantenido a ambos periodistas en el procedimiento hasta la celebración de la vista oral y el fiscal considera a ambos profesionales «cómplices» de un delito de «desórdenes públicos». Por tal acusación, pide para ellos cinco meses de prisión.

Para sustentar la imputación, la Fiscalía inventa una tesis: habla de que los participantes y los periodistas actuaron «de común acuerdo y con la voluntad de alterar el normal funcionamiento de la Casa Consistorial».

Sentada esta premisa, presenta como indicios delictivos datos como que Lander Fernández de Arroyabe obtuvo «gran número de fotografías de los intervinientes y del interior del despacho precintado». Y extrae como conclusión, supuestamente punible, que el redactor y el fotógrafo «se encontraban en el lugar para dar la máxima publicidad posible a estos hechos».