BBK presenta su plan para Reina de la Paz con los ancianos pendientes del desalojo
Agustín GOIKOETXEA |
La víspera de que el Pleno de las Juntas Generales de Bizkaia apruebe hoy, con toda probabilidad, una propuesta de apoyo a las reivindicaciones de los ancianos ingresados en Reina de la Paz, BBK presentó ayer su proyecto de nuevo complejo residencial en este equipamiento que pretende derribar.
Desde la asociación Ohianka pro-residentes Reina de la Paz calificaron el anuncio de la entidad de ahorro de «cortina de humo» que trata de ocultar la lucha que mantienen unos 150 usuarios del centro ubicado en el barrio bilbaino de Ibarrekolanda. Los ancianos se niegan a abandonar el que ha sido su hogar, en algunos casos, durante más de una década y reivindican un plan de rehabilitación del edificio por plantas.
La caja que preside Xabier de Irala rechaza la propuesta, tal y como ayer les informó a componentes de Ohianka Andoni Rekagorri, director foral de Acción Social, que media entre los afectados y BBK. La entidad de ahorro, según palabras de representantes de los ancianos y sus familiares, busca «un desalojo consensuado» de la residencia mientras las personas mayores reiteran que el contrato que firmaron al ingresar avala su posición y anunciaron que sólo saldrán de Reina de la Paz «obligados por la Brigada Móvil de la Ertzaintza».
La presentación de la nueva infraestructura de BBK se produce además a cuatro días de que se celebre una manifestación en Bilbo de apoyo a los residentes de Reina de la Paz. La movilización -apoyada por partidos, sindicatos y asociaciones vecinales- será el sábado, a las 11.30, desde la Plaza Circular hasta la sede central de la caja de ahorros en la Gran Vía.
Mientras los residentes de la actual Reina de la Paz continúan su lucha y anuncian que «resistirán», la Obra Social de BBK informó que su nuevo complejo contará con 675 plazas -frente a las 350 de la actualidad- para atender a personas mayores, discapacitados físicos y jóvenes hasta 35 años.
El futuro equipamiento dispondrá de 274 habitaciones, de uso individual y compartido, para mayores y personas con discapacidad, mientras que el resto de los 130 apartamentos, que tendrán una superficie de 43 metros cuadrados, serán ocupados por jóvenes.
Un estudio previo de Idom concluye que los 6.700 metros cuadrados de servicios comunes del nuevo complejo residencial podrán ser ocupados por comedores, salas de estar, de actividades y ocupaciones, un área sanitaria con consulta, botiquín, peluquería, gimnasio y farmacia, así como una lavandería, un txoko y un aparcamiento para residentes. El plazo de construcción de la nueva residencia será, según BBK, de unos 38 meses.