Las consecuencias del derbi
Competición deja la sanción por el botellazo en una multa
El club, que deberá pagar 1.000 euros, queda, además, apercibido de cierre. El Comité, por otra parte, da por finalizado el encuentro y retira la tarjeta roja que el árbitro mostró a Carlos Martínez.
GARA | DONOSTIA
La Real podrá seguir jugando en Anoeta. Según decidió ayer el Comité de Competición, los incidentes acaecidos el pasado sábado en los minutos finales del encuentro entre Real y Eibar se saldarán con una multa de 1.000 euros y el apercibimiento de cierre del estadio.
Lo cierto es que en la Real se temían que el órgano federativo pudiese decantarse por el cierre, pese a que el precedente más cercano, cuando también Juanma Lillo recibió un botellazo en La Rosaleda, se hubiese saldado igualmente con una multa y el correspondiente apercibimiento para el Málaga. Una sanción mayor por unos hechos similares habría parecido un auténtico despropósito, pero la clausura del campo donostiarra seguía siendo una amenaza, sobre todo si Competición se aferrase a la reincidencia, después de que hace dos semanas un seguido arrancase un asiento y lo lanzase desde la grada. Afortunadamente, el Comité tuvo en cuenta las alegaciones presentadas por el club.
También en lo que respecta a Carlos Martínez. El órgano federativo, desautorizando a González González, reconoció que del acta arbitral «no se desprende que el jugador profiriera ningún tipo de expresión injuriosa o de menosprecio hacia ninguno de los miembros del equipo arbitral», por lo que «convirtió» la tarjeta roja en amarilla. Hay que recordar que las palabras del jugador navarro, merecedoras de la expulsión en opinión del árbitro, fueron: «Ya está bien con vosotros, vosotros tenéis la culpa de todo».
Competición, por último, también dio por concluído el partido -que, según el acta arbitral, había quedado suspendido- «con el resultado que obraba, habida cuenta del escaso tiempo restante -apenas unos segundos- y las incidencias acaecidas», explicó.
Comunicado de las peñas
La Federación de Peñas de la Real, por otra parte, mostró ayer, a través de una nota pública, su «más enérgica repulsa a los deleznables hechos ocurridos el pasado sábado en Anoeta con el lanzamiento de una botella que hirió al entrenador realista». «La afición realista -prosigue la nota- siempre se ha caracterizado por su ejemplar comportamiento y actos como el acaecido el sábado lo único que hacen es dañar la imagen y el nombre de nuestra entidad».
También se expresaba su «enfado con el Comité Técnico de Árbitros por las actuaciones que está sufriendo» la Real que, en su opinión, está siendo «claramente perjudicada», tanto la pasada temporada como ésta.
La Federación, por último, quiso mostrar todo su apoyo a Iñigo Díaz de Cerio.
La Real ha vuelto a ofrecer la renovación a Iñigo Díaz de Cerio, cuyo contrato concluye el próximo 30 de junio.
Según una nota hecha pública ayer, el Consejo «quiere revalidar su apoyo incondicional y su cariño» al jugador, «en unos momentos difíciles, tanto para él como para su entorno». Por eso, la directiva «ha corroborado al representante del jugador que mantiene íntegro el ofrecimiento de renovación a Iñigo Díaz de Cerio en las mismas condiciones ofrecidas anteriormente». En la nota se detallan, además, las fechas de las once ocasiones en que el club se ha reunido con Vicente Biurrun, representante del delantero.
Cabe recordar que, hasta ahora, pese a agradecer el interés mostrado por el club, Díaz de Cerio no había hecho públicas sus intenciones de futuro.
Desde el club, por otra parte, se quiso agradecer los cientos de mensajes de ánimo y muestras de cariño recibidas desde diferentes ámbitos para el jugador, que ayer recibió la visita del entrenador del Eibar Carlos Pouso, el guardameta Zigor y los dos capitanes de la plantilla azulgrana Ander Alaña y Jon Urzelai.
Mikel Aranburu aseguró ayer que, pese a la importante baja de Díaz de Cerio, el equipo no renuncia a su objetivo. «Es una baja importante -reconoció-, no vamos a descubrir ahora a Iñigo, pero Agirretxe y Necati también pueden hacer goles. No renunciamos al ascenso», aseguró el capitán txuriurdin.
Una sobrecarga muscular sigue causando problemas a Marcos García, que tampoco ayer pudo entrenar. Afortunadamente, el centrocampista tiene días por delante para recuperarse. En caso contrario, Juanma Lillo tendrá que volver a romperse la cabeza ante la cantidad de bajas en una misma zona del campo. El equipo vuelve a trabajar hoy en Zubieta a partir de las 10.00 horas.
