La crisis pone en evidencia las desigualdades que provoca la política fiscal en Euskal Herria
Las arcas públicas dejarán de ingresar este año 836 millones de euros en Hego Euskal Herria por la condonación que las instituciones fiscales aplican a las empresas en el Impuesto de Sociedades. Una cifra que adquiere toda su dimensión si la comparamos con otra mucho más cercana a la ciudadanía: triplica la cantidad que esas mismas instituciones destinan a cubrir el presupuesto de renta básica, ayudas de emergencia social y complementos a las pensiones de viudedad.
Así, mientras los responsables políticos de turno no se cansan de advertir que los recursos públicos se quedarán cortos para cubrir los cada vez más devastadores efectos de la crisis, perdonan a los empresarios sus obligaciones fiscales por un montante que en cuatro años ha rebasado lo éticamente reprobable: 3.200 millones de euros. Y esto cuando los niveles de aportación pública a fines sociales en Hego Euskal Herria apenas alcanzan el 20% del PIB, muy lejos del 27% de media en Europa. Eso sí, a los mismos políticos se les llena la boca al anunciar que congelarán los sueldos a los directivos de las sociedades públicas. Esos que, aun ultracongelados, triplican el salario medio vasco.