El convoy con residuos nucleares llega a su destino en Alemania entre protestas
GARA |
El convoy con once contenedores de residuos nucleares procedente de la planta de reciclado de La Hague, en el Estado francés, llegó ayer al depósito de Gorleben con casi un día de retraso debido a los incesantes bloqueos de los manifestantes.
La Policía alemana había despejado poco antes el último tramo de carretera hasta el cementerio nuclear de Gorleben, donde ocho activistas permanecían amarrados a pirámides de hormigón para impedir el paso del convoy. Tras once horas de compleja tarea, los agentes lograron desprender a los antinucleares, que se habían adherido por los brazos a los bloques en una nueva acción para detener el transporte de residuos.
La acción de los activistas culminó una larga jornada de bloqueos y sentadas contra el convoy, que partió de la planta francesa el viernes y fue obstaculizado en todo el trayecto por territorio alemán por masivas acciones de protesta y bloqueos por sorpresa.
El último tramo, de unos 20 kilómetros, entre la estación de tren de Dannenberg y el cementerio se caracterizó por los continuos enfrentamientos. Los policías se toparon con decenas de tractores atravesados en la carretera. Tras retirarlos de la calzada, los activistas lograron burlar los controles policiales y aparecieron sobre el asfalto, ensamblados a pirámides de hormigón. Las protestas de días atrás han sido las mayores en contra de estos transportes desde 2001. El propósito de la canciller alemana, Angela Merkel, de revisar el plan de cierre de las plantas nucleares acordado por su predecesor, el socialdemócrata Gerhard Schröeder, ha revitalizado las movilizaciones.
A ello se unen varias averías registradas en otro depósito nuclear en Asse, catalogado como Gorbelen, sin que hasta ahora se haya decidido la ubicación de un cementerio definitivo.
Steinmeier pide alternativas
Por su parte, el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, aseguró en un congreso del Partido Socialdemócrata (SPD) del estado federado de Branderburgo, que la energía atómica «no tienen ningún futuro» en Alemania. Asimismo, calificó de «importante y correcto» el plan de abandono de la energía nuclear acordado por el anterior gobierno. Destacó los esfuerzos realizados en la búsqueda de fuentes energéticas alternativas y señaló que el suministro diversificado es cada vez más una cuestión de futuro.
En opinión de Steinmeier, será necesario reforzar los encuentros internacionales para analizar las fuentes energéticas alternativas, no sólo en el marco del G8 sino también dentro del G20, con estados como China, India, México, y Brasil.