Los disidentes republicanos y los paramilitares lealistas siguen siendo las dos asignaturas pendientes del proceso político irlandés, y la crisis política en la que están sumidas las instituciones no mejoran la situación.

Es la conclusión a la que ha llegado la Comisión de Verificación norirlandesa, encargada de vigilar el cumplimiento de los acuerdos del proceso por las distintas partes.

En el informe publicado el lunes, que refleja la actividad de los grupos armados entre marzo y agosto de este año, la Comisión asevera que los disidentes republicanos se encontraban en su etapa más activa desde 2004.

La Comisión también indica que el vacío político que vive el norte de Irlanda está siendo utilizado por los grupos republicanos disidentes para crear mayor inestabilidad, particularmente durante la época de las marchas orangistas. «Una posible razón para [la mayor actividad de los disidentes] podría ser la percepción de la ausencia de progreso en la transferencia de Justicia e Interior, que ha creado un vacío político y podría haber causado desilusión entre los seguidores republicanos. Ello podría ser explotado por los disidentes», destaca el informe.

Sobre los lealistas, afirma que si bien algunos lealistas quieren avanzar en su posicionamiento en el proceso, aún queda mucho por hacer, especialmente, en el área de decomiso de armamento.

Por otra parte, el lunes se dio a conocer que la institución encargada de localizar los restos de personas desaparecidas durante los treinta años de conflicto había localizado varios restos mortales en las montañas de Wicklow.

El hallazgo se produjo la pasada semana. Aunque todavía faltan los resultados de las pruebas de ADN, se cree podría ser Danny McIlhonne, desaparecido en 1981. El IRA confesó haberlo ejecutado por robar armas de la organización. El hallazgo se realizó gracias a la información dada por el movimiento republicano.