Y el sueño se hizo realidad. El Real Unión recuperó por una noche el sabor de su historia, ésa que le hizo un hueco entre los grandes hace ya muchas décadas y eliminó con toda justicia al todopoderoso Real Madrid. A doble partido, para que no quepan dudas. ¡Qué bonito es a veces el fútbol! Hazañas como la de ayer compensan de largo tantos sinsabores. El gol de Eneko Romo en el minuto 89 quedará en la memoria. «¿Te acuerdas...?», preguntaremos.

El conjunto irundarra saltó al césped sin complejos y con mucho desparpajo. El técnico Iñaki Alonso aseguró que no habría autobús. Lo cumplió. En los primeros minutos, los guipuzcoanos fueron mejores y antes de cumplir el cuarto de hora ya mandaban en el marcador. Schuster dio entrada a los jugadores menos habituales, pero todos ellos seguían siendo internacionales. En el once irundarra, muchos cambios con respecto al último partido liguero.

Los visitantes fueron los que más lanzaron a puerta en los primeros 45 minutos pese a ser un equipo de Segunda B y tener en frente al galáctico Madrid. Seguro fue el primero en avisar, pero Marcelo se cruzó en el camino. En la siguiente jugada, Manu García trató de sorprender a Dudek con un potente disparo, pero el cancerbero merengue desvió a córner.

Y a los 13 minutos, Abasolo recibió dentro del área un centro de Gurrutxaga y el delantero vizcaino no falló ante el meta polaco, adelantando a los irundarras y colocando dos goles de diferencia en la eliminatoria.

A partir de ahí, los locales trataron de dominar con balones largos, pero los blanquillos seguían defendiéndose sin problemas y buscando las contras a la perfección. En una de ellas, Manu García volvió a intentarlo con otro potente disparo, pero Dudek volvió a atajar.

Cuando se rebasaba la media hora de juego, en el primer remate de los madridistas entre los tres palos, Raúl, de cabeza, logró la igualada con la inestimable colaboración de Eduard, que midió mal su salida. El empate no cambió en nada el juego. Los locales seguían teniendo el balón, pero eran los visitantes quienes tenían opciones de marcar. Salcedo estuvo a punto de lograr el segundo gol, pero su lanzamiento salió desviado.

Antes de llegar al descanso, Saviola mandó el balón al fondo de las mallas, pero Medina Cantalejo anuló injustamente la jugada por posición antirreglamentaria del argentino.

Los goles de Raúl

La segunda parte no pudo comenzar mejor para los de Irun, ya que Salcedo culminó a la perfección una contra (1-2). La alegría duro muy poco. Nada más sacar de centro, Raúl volvía a igualar el choque.

El desgaste empezó a hacer mella en los vascos, pero los merengues no creaban peligro. Hasta que el canterano Bueno recibió un balón fuera del área y puso el esférico en la escuadra (3-2). Olía a prórroga. Pero el epílogo estaba por escribir. En el 86, Raúl selló su hat trick y ¿la eliminatoria?

Se escribía ya el titular con tintes de tragedia. Algo así como «Nadar para morir en la orilla». Pero bajar los brazos y rendirse no estaba entre las opciones irundarras. Y en un último esfuerzo, Romo cabeceó a la red. El éxtasis, la piña, los saltos... ¡Que pase el siguiente!