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O estás con nosotros o estás contra nosotros

«Gomorra»

El pasado Festival de Cannes encumbró a la película «Gomorra», del director Matteo Garrone, al concederle el Gran Premio del Jurado, para después ser elegida como representante del cine italiano en los premios Oscar y nominada a cinco premios de la EFA, la Academia del Cine Europeo. Con esta dura historia como protagonista, ya va siendo hora de reconocer por fin que la producción del país transalpino atraviesa por un buen momento.

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Mikel INSAUSTI | DONOSTIA

Los diálogos de «Gomorra» ya se han hecho famosos, con frases que han pasado a formar parte de la mítica del género, con lo que se demuestra que da igual que se haga una película verista sobre la mafia porque, al final, sigue siendo un mundo oculto que despierta fascinación en el imaginario popular. La cita textual más repetida por los seguidores de la película es: «O stai con noi o stai contro di noi. Noi lo pensiamo cosi, tu non devi pensare». Y es que en italiano estas amenazas suenan mucho más contundentes y creíbles que en las películas de Hollywood sobre los clanes del crimen organizado.

Pero la realidad imita a la ficción, porque algunos de los jóvenes aspirantes a camorristas que aparecen en «Gomorra» tienen a Tony Montana interpretado en la pantalla por Al Pacino como referente, y está el caso del capo que quiere construirse una mansión como la que salía en «El precio del poder», dirigida por el italoamericano Brian De Palma. Esta realización, al igual que las de sus colegas Francis Ford Coppola o Martin Scorsese, dotan de un falso «glamour» a una actividad delictiva que en origen no tiene nada de sofisticada. En los barrios pobres de Nápoles esa imagen deslumbrante ha servido de banderín de enganche, aunque los sueños se esfuman rápido ante unas estadísticas que no admiten escapatoria alguna. Desde el año 1980, la Camorra ha causado cuatro mil muertos, llegándose a producir en algunos barrios napolitanos, como Secondigliano, una media diaria de tres asesinatos. Las cifras de deserción escolar todavía son más alarmantes, y a los chavales que se crían en las calles les queda una esperanza de vida que no supera la treintena, o eso, o la cárcel a perpetuidad.

Los vecinos de Scampia

El símbolo de la degradación vivida en Secondigliano son unos edificios a los que llaman «velas», que son como unas colmenas donde se amontonan las familias de forma inhumana. Pero a los propietarios de terrenos de la región de Campania no les va mejor, debido al enterramiento de los residuos y vertidos tóxicos que la Camorra trae de países del norte de Europa, en un tráfico ilegal que ha generado un aumento del veinte por cien en la mortandad del cáncer. La huelga de los recogedores de basuras municipales en la ciudad de Nápoles iba asociada a este problema, pero los camorristas pusieron a conducir los camiones a parados y a menores de edad. En medio de un panorama social tan deprimido no es de extrañar que el rodaje de «Gomorra» fuera acogido por los sufridos vecinos de Scampia con entusiasmo. Todo el mundo quería salir en la película, que fue rodada con el título provisional de «Sei storie brevi», para no ser relacionada con el libro de Roberto Saviano. Los extras conocían muy bien los papeles que se les pedía que interpretaran, y a muchos de ellos ni siquiera hubo que enseñarles el manejo de las armas. Los primeros pases permitieron identificar a Giovanni Venosa, un delincuente buscado por la Policía, que se dejó llevar por la tentación de ser inmortalizado por la cámara y acabó siendo reconocido y detenido.

Está claro que a los napolitanos, relacionados de una u otra manera con la Camorra, les ha caído mejor la película que el libro. Ello es así porque el «Gomorra» cinematográfico presenta una parte de ficción que el literario no tiene, al tratarse de un reportaje de investigación. El director Matteo Garrone habla de su cine, de la actualización que supone con respecto al neorrealismo de Rossellini o las primeras crónicas marginales de Pasolini.

En cambio, a Roberto Saviano le toca en cada una de sus apariciones públicas aportar datos, como si estuviera obligado a refrendar las informaciones que ha dado a conocer a partir de la escritura de su best-seller. Las amenazas contra su persona se dispararon a consecuencia de una charla de presentación en Casal Di Principe, localidad situada en el corazón mismo del conflicto. Saviano dio cifras de negocios muy concretos acompañadas de nombres y apellidos. Y ya se sabe que con el dinero ajeno no se juega, por más que sea «negro» y esté manchado de sangre.

El profundo y documentado estudio de Roberto Saviano sobre la Camorra revela mucho más que números e identidades, ya que descubre la estructura económica de esta organización. La diferencia perfectamente de la Cosa Nostra siciliana, que obedece a una jerarquización piramidal. Por el contrario, el Sistema, que es como se denomina a la Camorra a nivel interno, responde a un diseño horizontal, que es lo más parecido al neoliberalismo que ha provocado esta crisis mundial. Deja capacidad de iniciativa a la libre empresa, sin que haya un clan que imponga el control sobre el resto.

De esta forma, se administra toda la importación que desembarca en el puerto de Nápoles, dando lugar a negocios como el textil, artículos de lujo, falsificaciones o el ya mencionado tráfico de residuos tóxicos. La droga es uno de los tantos asuntos que se manejan, toda vez que el blanqueo de dinero sale de otras tantas fuentes de ingresos no declaradas. Uno de los sectores a los que han ido a parar las inversiones de la Camorra ha sido el de la construcción, con especial incidencia en el sur del Estado español. Todo empieza por el nivel más bajo, que lo componen la red de «camellos» y cobradores con sus sueldos fijos, perfectamente detallados. La película muestra, a través de cinco historias paralelas que se complementan, los distintos componentes de una trama que engloba lo criminal y lo empresarial.

 

NOMINACIÓN

«Gomorra», junto al filme «Il Divo», ha sido la que ha recibido más nominaciones para la XXI edición de los Premios de la Academia de Cine Europeo, que se entregarán el 6 de diciembre.

El escritor Roberto Saviano decide exiliarse

El joven escritor napolitano está en boca de todos, aunque el precio que ha de pagar por ello tal vez sea demasiado caro. Roberto Saviano nació en Nápoles en 1979 y desde muy niño se familiarizó con la violencia. Sin embargo, en la investigación que le llevó a publicar «Gomorra» con 25 años, más que analizar una actividad criminal en sí, lo que hace es reseñar las actividades económicas, y eso es lo que más ha molestado a la Camorra. Desde octubre del 2006 va escoltado, debido a una serie de amenazas de muerte que empezaron con un artículo en el periódico local Corriere Di Caserta.

El contenido del libro no ha provocado tanto como su difusión, y de ahí que el clan de los Casalesi haya puesto precio a su cabeza. El pasado mes tomaba ya la decisión definitiva de abandonar Italia, tras unas confesiones del mafioso arrepentido Carmine Schiavone, de las que trascendió la inminente preparación de un atentado contra su persona. El hecho de no poder regresar a casa es lo que más ha pesado en su ánimo. Tampoco las palabras de Umberto Eco, declarándole héroe nacional, le sirven de consuelo. M. I.

Matteo Garrone está fuera de peligro

Matteo Garrone ha sido simplemente el intermediario cinematográfico, lo que le ha librado de las amenazas directas de la Camorra. Al no estar tocado, la prensa italiana ha vertido acusaciones sobre su método de rodaje, afirmando que pagó el impuesto exigido por los capos locales. Él lo ha desmentido rápidamente y, de hecho, puede demostrar que los sueldos a los extras, incluido algún que otro camorrista, fueron los estipulados legalmente. Su trabajo fue el de dar veracidad a la información facilitada por Roberto Saviano, guionista de la película. Garrone solamente había tocado el tema de la Camorra de pasada en «L'imbalsamatore», el largometraje que le consagró hace siete años, y que versaba sobre un taxidermista enano de Caserta. Sus dos primeros largometrajes reflejaban el problema de la inmigración en Roma, después de darse a conocer con el cortometraje «Silhouette», que ganó el Sacher de Oro concedido por Nanni Moretti. «Estate romana» y «Primo amore» son obras personales, sobre el fracaso generacional y otras obsesiones actuales, como la anorexia inducida por una pareja exigente. M. I.

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