El grupo multinacional siderúrgico ArcelorMittal mantiene unos resultados económicos «francamente buenos», según el responsable de la compañía en el Estado español, Gonzalo Urquijo. Hasta setiembre, lograron 6.700 millones de beneficio económico a nivel mundial, pero, como expresó ayer en vídeoconferencia desde Madrid, se ha detectado una menor demanda de acero por encima del 35%, que reducirá a la mitad el beneficio en el último trimestre, por lo que han aplicado un plan de ajuste.

En principio, han decidido prescindir de subcontratas y de empleos temporales y, aunque la prioridad, según manifestó, es mantener las plantillas de trabajadores fijos, no garantizó nada. «Quiero ser prudente, dependerá de la demanda futura de acero y, en función de la misma, nos adaptaremos». La plantilla en el Estado español se sitúa en torno a los 13.000 trabajadores, a los que hay que añadir 3.000 trabajadores temporales y el trabajo de la subcontratas.

En las plantas vascas trabajan en torno al 45% del grupo en el Estado español. Según explicó Urquijo, el plan de ajuste puesto en marcha ha suprimido ya 1.000 empleos temporales y de las subcontratas, de los que 500 pertenecen a las plantas vascas.

También reconoció que la planta de Sestao, la Acería Compacta de Bizkaia (ACB), que iba a estar parada durante quince días por falta de pedidos, «va a arrancar en los próximos días porque se ha conseguido una demanda específica».

La de Olabarria está parada porque está llevando adelante «una inversión importante» y, como adelantó, el traslado de Lesaka se está acometiendo, aunque «es muy posible que se realice a más plazo del previsto», porque se han ralentizado las inversiones del grupo para conseguir cerrar el ejercicio con una mejora económica para afrontar el próximo año.

Gonzalo Urquijo no quiso pronunciarse sobre la actividad futura inmediata del primer semestre de 2009, pero sí reconoció que «no hay buenas previsiones» ni para la planta de Zumarraga ni los altos hornos de Bergara. También se prevé que una parte de la producción de la planta de Etxebarri esté paralizada durante seis meses. Según dijo el máximo directivo de la multinacional, se trata de «adaptarnos a la demanda» que, desde el verano, «ha sufrido una caída importante». A su juicio, se ha debido a que muchas empresas han consumido sus stock de producción» Para 2009, cree que la producción real de acero no caerá el 3%.