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El abordaje del «Sirius Star» revela la impotencia de las marinas occidentales

Al hacerse con el control de un superpetrolero saudí a cientos de kilómetros de las costas africanas, los piratas somalíes han alcanzado un nuevo hito en sus acciones, amenazando un eje crucial y dejando en evidencia la impotencia de las marinas occidentales.

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Con una longitud de 330 metros y cargado con dos millones de barriles de crudo, el «Sirius Star», propiedad de la compañía saudí Aramco, fue anclado ayer en el puerto de Harardere, uno de los refugios de la piratería somalí 300 kilómetros al norte de la capital, Mogadiscio.

El superpetrolero fue abordado el lunes en pleno Océano Índico, a más de 450 millas náuticas al sudeste de la ciudad keniata de Mombasa.

«Está increíblemente lejos de Somalia y revela que hay una vasta zona marítima sin seguridad para la navegación», señala Roger Middleton, consultor del instituto de reflexión londinense Chatham House.

Aunque los piratas habían llevado a cabo incursiones en esta zona en los últimos meses, atacando a atuneros europeos (dos de ellos vascos), los expertos confirman que estaríamos ante un nuevo hito.

Y es que amenazan ya el tráfico de la segunda mayor ruta del comercio marítimo mundial, que parte del Golfo hacia el cabo de Buena Esperanza, utilizada por los superpetroleros con destino a Europa y EEUU.

Hasta ahora su principal ámbito de actuación era el golfo de Adén, a lo largo de la ruta que pasa por el canal de Suez.

El valor de la carga y el barco

El cargamento del petrolero asciende a 100 millones de dólares. A ello hay que sumar los 150 millones en los que está valorado el petrolero, un very large crude carrier (VLCC) que fue encargado hace dos años a la constructora naval surcoreana DSME, una de las más importantes del mundo.

Fletado el pasado 8 de abril, el «Sirius Star» lleva 25 tripulantes a bordo, originarios de Gran Bretaña, Croacia, Polonia, Arabia Saudí y Filipinas.

Los rescates exigidos por los piratas son normalmente proporcionales al valor de lo capturado, por lo que se calcula que exigirán de uno a cuatro millones de dólares.

Los piratas habían mostrado su audacia al abordar el 25 de setiembre el «Faina», un carguero ucraniano cargado de un arsenal de armas y carros de combate aún en su poder.

El jefe del Estado Mayor interejércitos de EEUU, almirante Michael Mullen, se mostró sorprendido pero reconoció la pericia de los piratas. «Son muy buenos en lo que hacen y están bien armados. Tácticamente son muy buenos», reconoció.

OTRO ABORDAJE

Un carguero de Hong Kong ha sido abordado en las últimas horas en el golfo de Adén. Mientras, la OTAN debate una misión a largo plazo contra la piratería.

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