Iñaki VIGOR

La sede del PP en Iruñea se encuentra en la Avenida Carlos III, en uno de los lugares más céntricos de la ciudad. La Plaza del Castillo está a apenas 200 metros, y a similar distancia está la sede de UPN. La afinidad ideológica de estos dos partidos les llevó a unirse hace 17 años para defender sus intereses en Nafarroa y en el Estado español. Ahora han decidido separarse orgánicamente, pero nadie duda de que siguen unidos ideológicamente. Salvo los reproches mutuos que se vienen lanzando dirigentes de uno y otro partido desde que surgió el debate de los Presupuestos del Estado, los planteamientos ideológicos siguen siendo los mismos. Así quedó de manifiesto en los discursos que los dirigentes del PP hicieron en su sede de Iruñea.

Para cuando llegó Mariano Rajoy, la Avenida Carlos ya se encontraba tomada por agentes de cuatro cuerpos policiales distintos: Policía Municipal, Policía Foral, Policía española y Guardia Civil, sin incluir los numerosos agentes de paisano y guardaespaldas personales. Poco antes de las 12.00, los aplausos de un centenar de seguidores del PP anunciaron la llegada de su líder, que permaneció varios minutos en la calle repartiendo saludos y dejándose fotografiar bajo el lema que figura en su sede: «Populares de Navarra».

Jaime Ignacio Del Burgo, histórico dirigente del PP en Nafarroa, permaneció en un discreto segundo plano, pero José Ignacio Palacios no se separó de Rajoy en ningún momento. Fue precisamente el presidente de la Comisión Constituyente del PP, y actual senador, el encargado de abrir los discursos en el nuevo local. Y lo hizo para anunciar en primer lugar que «se inicia un camino que no tiene marcha atrás» y que el PP «no volverá a desaparecer» en Nafarroa, tal como sucedió en 1991 tras su unión con UPN.

Arropado por varias decenas de dirigentes y afiliados del PP, y en presencia de las banderas navarra, española y europea, José Ignacio Palacios mostró su alegría por una reciente encuesta que le otorga a su partido cinco parlamentarios en Nafarroa, con el 10% de los sufragios. Pero su optimismo fue mucho más allá, y anunció que el PP aspira a convertirse en la primera fuerza política del herrialde.

Tras señalar que el PP no tiene previstos acuerdos con ninguna otra formación, Palacios abordó en tono más solemne la cuestión de Nafarroa. «El PP es el partido que siempre ha estado con los navarros cuando nos han acechado los peligros y amenazas», dijo en referencia al hecho de que esta vieja cuestión de Estado «estuvo encima de la mesa» durante el proceso de negociación de ETA con el Gobierno español durante el alto el fuego de la organización vasca.

Palacios recogió con esas palabras los mayores aplausos del centenar de personas que llenaban la sede, y tras alabar el papel que tuvo el PP y Mariano Rajoy en la construcción del pantano de Itoitz y el Canal de Navarra, pasó la palabra al dirigente del partido en el Estado.

Rajoy confirmó que el PP llega a Nafarroa «con vocación definitiva y permanente», aseguró que «ya no se disolverá nunca más» y remarcó que uno de los pilares de la acción política de su partido será «la defensa de las libertades y derechos individuales, que están por encima de cualquier otra prioridad, incluidos los derechos colectivos o de los pueblos».

A vueltas con la Constitución

Ya en el turno de preguntas, que se prolongó durante más de media hora, Rajoy aclaró la postura de su partido respecto a la manida Disposición Transitoria Cuarta de la constitución española. El líder del PP afirmó de forma tajante que, si se aborda una reforma de la Carta Magna española, su partido abogará por la supresión de esta disposición, de tal forma que se eliminaría la posible unión de Nafarroa, Araba, Bizkaia y Gipuzkoa en un solo estatuto de autonomía. Este mismo planteamiento ya ha sido defendido anteriormente por Miguel Sanz, lo que evidencia la sintonía de PP y UPN en esta cuestión de Estado.

Las diferencias entre ambos partidos se encuentran más en el ámbito personal. De hecho, y coincidiendo con la inauguración de la sede del PP, Sanz convocó a su vez una rueda de prensa en la que hizo un llamamiento «sincero y sin ninguna acritud» a los dos senadores que fueron elegidos por UPN y que se han pasado al PP para que se opongan al veto de los Presupuestos del Estado.

Poco después, uno de estos senadores, Pérez Lapazarán, le reprochó a Sanz que había convocado a los medios de comunicación para «contrarrestar» la presencia de Rajoy en Iruñea.

Tampoco Patxi Zabaleta dejó pasar la oportunidad para declarar que la presencia del líder del PP era «consecuencia del ascenso electoral» de NaBai.