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Victoria en Ipurua

Reacción a la primera oportunidad

Los azulgranas, que acabaron con diez, abandonan los puestos de descenso gracias a un trabajado triunfo ante el Murcia.

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EIBAR 3

MURCIA 1

Amaia U. LASAGABASTER | EIBAR

Una semana después de caer en puestos de descenso, el Eibar volvió a asomar la cabeza, gracias a una trabajada victoria, en la que no faltaron las inevitables dosis de sufrimiento.

El rival por momentos y, sobre todo, la actuación del peor árbitro que ha pisado Ipurua esta temporada, estuvieron a punto de prolongar la pesadilla azulgrana, pero la lámpara acabó encendiéndose y arrojando un halo de esperanza de cara a un futuro que sigue siendo complicado, pero que se afronta de manera bien diferente fuera de los números rojos.

El Eibar volvió a cambiar de traje para saltar al campo. Carlos Pouso alineó a Tokero y Yagüe de salida por primera vez -con el catalán más adelantado- y retrasó la posición de Lombraña. Y acertó, no sólo por lo que pueda decir el marcador final, sino por las buenas sensaciones que ofreció el equipo. Y eso que los primeros minutos hicieron temer lo peor, con un Murcia más metido y un Eibar un tanto tembloroso, del que parecía huir el balón. Por fortuna, no pasaron muchos minutos antes de que los armeros encontraran su sitio; ni tampoco para que, tirando de la pegada que tanto suelen echar de menos, se adelantasen en el marcador.

A los 22, Yagüe anotaba el primero, al aprovechar una semichilena de Biel Medina en el área. Y antes de que los pimentoneros pudieran reaccionar, Tokero hacía el segundo, aprovechando en este caso un mal remate de Yagüe, que le dejó el esférico en franquicia.

El Murcia quedó noqueado con ese doble directo, lo que permitió a su anfitrión bordear la sentencia en los minutos previos al descanso. No lo logró y tocó lamentarlo. Por el Murcia y su intento de reacción y, sobre todo, por una jugada que pudo cambiar el sino del encuentro. En el minuto 52, Antonio Núñez cayó en el área. Sin ayuda de nadie. Pero Lizondo Cortés no lo vio así y envió a Larrazabal al vestuario con roja directa, además de penalizar a los armeros con un penalti que Iván Alonso transformó en el 2-1.

Con más de media hora por delante en inferioridad, el último disgusto en Ipurua demasiado reciente, y el Murcia convencido de sus opciones, más de uno empezó a rezar. Pero, cuando peor estaban las cosas, Natxo Insa celebró su regreso al césped con un precioso balón picado que Tokero transformó en el definitivo 3-1.

De ahí al final, el Eibar dio una lección de temple, frente a un Murcia impotente.

 

«No hemos ganado ninguna final»

Carlos Pouso no quiso pecar de euforia y, pese al alivio que supuso el triunfo, se mantuvo en la línea de lo expresado durante la semana, al asegurar que «no hemos ganado ninguna final. Es un partido importante y estamos contentos, pero aún no hemos logrado nada».

El técnico reconoció que cuando el árbitro pitó el penalti «se me han pasado muchas cosas por la cabeza», de ahí que quizá se acabara celebrando con mayor agrado un triunfo que marca el camino a seguir: «Tenemos que seguir igual de solventes en defensa, e igual de acertados en ataque que hemos estado hoy», admitió Pouso. A.U.L.

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