El Parlamento de Gasteiz izará la española «en las próximas semanas»
A instancias de su presidenta, Izaskun Bilbao, del PNV, la Mesa del Parlamento de Gasteiz acordó ayer colocar la bandera española en el exterior de la sede «en las próximas semanas», para cumplir así la sentencia dictada el viernes por el Tribunal Supremo. El vicepresidente segundo, Rafael Larreina, de EA, mostró su disconformidad con la decisión y consideró más adecuado seguir sin banderas en la fachada.
Iñaki IRIONDO |
La Mesa del Parlamento de Gasteiz acordó ayer el pronto cumplimiento de la sentencia del viernes del Tribunal Supremo, por el que se ordena que la bandera española ondee diaria y continuamente en el exterior de su sede «como símbolo de que son lugares donde se ejerce la soberanía, independencia e integridad del Estado español, no de coyuntura sino con carácter de permanencia».
Según se anuncia en la nota hecha pública ayer por la Mesa, «en las próximas semanas se procederá a colocar en el exterior de la sede de la Cámara vasca la bandera del Reino de España, que ya se encuentra coloca- da en el interior de la sede en el salón de recepciones».
Al término de la reunión semanal de la Mesa, su presidenta, Izaskun Bilbao, anunció al resto de integrantes que ya se había recibido la comunicación de la sentencia, por lo que se procedería a su cumplimiento.
En ese momento, el vicepresidente segundo del Parlamento, Rafael Larreina, de EA, pidió que constara en acta su oposición a la colocación de la bandera española en el exterior del edificio. Según explicó después, dijo ser «partidario de seguir con la actual situación, que es la que no ha generado conflictos hasta la fecha».
Ante la solicitud de Larreina, el secretario primero y miembro del PP, Carmelo Barrio, exigió que constara en acta su petición de «ejecución inmediata» de la sentencia.
La sentencia del Tribunal Supremo obligando a colocar la bandera española en el exterior del Parlamento proviene de una serie de requerimientos en este sentido hechos por la Delegación del Gobierno español en la CAV en 2002. El entonces delegado, Enrique Villar, exigió el cumplimiento de la Ley de Banderas a diferentes instituciones vascas y después llevó ante los tribunales a aquellas que ignoraron sus requerimientos.
El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco comenzó en 2004 a dictar sentencias para que la Academia de Policía de Arkaute, el Parlamento de Gasteiz y los edificios del Gobierno autonómico, además de las Juntas Generales de Gipuzkoa, y los ayuntamientos de Bilbo y Donostia, colocaran en su fachada la bandera española.
El próximo, Ajuria Enea
El Tribunal Supremo ya resolvió el recurso de Arkaute, y la bandera española ondea en lugar destacado pero discreto. Las JJGG de Gipuzkoa tienen hasta el 20 de enero para cumplir la orden. En los ayuntamientos de Bilbo y Donostia, también está presente y en el exterior de la Cámara autonómica será izada «en las próximas semanas».
Y a no tardar el Tribunal Supremo verá el recurso referido a los edificios del Gobierno de Lakua y, como ha hecho en los casos anteriores, dictará sentencia obligándoles también a colocar la bandera española en, entre otros lugares, Ajuria Enea.
Las instituciones autonómicas han sorteado durante veinte años el cumplimiento de la Ley de Banderas por el método de no ondear ningún tipo de enseña en su exterior. Sin embargo, las sentencias del Tribunal Supremo remarcan la obligatoriedad de que la bandera española -y otras si se quiere- ondeen de manera continuada en los edificios de instituciones estatales, autonómicas, provinciales o municipales.
Coincidiendo con el 30 aniversario de la aprobación de la Constitución española, la izquierda abertzale ha llamado a participar en la movilización que tendrá lugar el sábado, a las 17.00, en Durango bajo el lema «Autodeterminazioaren bidetik, independentzia!».
Las portavoces independentistas Itziar Abellanal y Miren Legorburu valoraron ayer que se cumplirán 30 años «de imposición de una Constitución que los vascos y las vascas rechazamos de pleno, porque no respetaba los derechos nacionales de este país». Asimismo, denunciaron que «la Constitución española fue una terapia planteada por el postfranquismo» y que «tenía dos objetivos esenciales: asimilar Euskal Herria y aniquilar el proyecto independentista».
Criticaron que no fue posible recorrer el camino planteado por la izquierda abertzale en Txiberta para «romper definitivamente con el régimen franquista» y «abrir un espacio donde (este pueblo) pueda conseguir su total soberanía», porque el PNV «priorizó sus intereses económicos» y «se comportó como un partido de Estado».
Sin embargo, aseguraron que «la lucha de este pueblo ha conseguido desactivar lo que pretendía ser un instrumento de asimilación», de manera que ese «entramado jurídico ha fracasado y está agotado». «Esta es la victoria política de la izquierda abertzale», sentenciaron.
Añadieron que al PNV le está «costando mucho asimilarla y metabolizarla» y que, por ello, «se decanta por seguir siendo un soporte de la estrategia del Estado».
De este manera, apuntaron que el independentismo «debe ser un sujeto determinante para que el cambio político que necesita el conjunto de Euskal Herria sea irreversible».
