Atarrabia es una localidad histórica que cuenta con más de 10.000 habitantes en un territorio de 1,1 kilómetros cuadradados, situada en Iruñerria. La juventud del pueblo ha demostrado su capacidad de organización en reiteradas ocasiones, y prueba de ello es Atarrabiako Gazte Kontseilua, que en este momento centra su labor en animar a todos los jóvenes a participar en la construcción del pueblo, a crear dinámicas y a encauzar las políticas que les afectan directamente, como pueden ser la de la vivienda o la de la juventud. Desde AGK nos explican que en el Ayuntamiento de Atarrabia no existe un órgano efectivo destinado a ello, y mucho menos un plan dedicado a ellos. Este organismo nació por iniciativa de diversos colectivos juveniles, y para su pleno funcionamiento ha de ser municipalizado. Con esa intención, desde sus inicios, comenzaron a reunirse con los grupos políticos del Ayuntamiento, especialmente cuando se preveía un cambio en el gobierno municipal. Ahora, tras año y medio de proceso de negociación, han logrado un acuerdo suficiente como para poder continuar trabajando en la calle, con la juventud. «Queremos ser el consejo de toda la juventud de Atarrabia y funcionar como puente para hacer llegar al Ayuntamiento la opinión de los jóvenes, y a su vez, trasladar a la juventud sus proyectos».

Por el momento el Ayuntamiento ha reconocido a este organismo como «Asociación Preferente en el área y política de juventud, como interlocutora (...) con la finalidad de asegurar la participación de la juventud en los órganos culturales, sociales, deportivos, sindicales, estudiantiles y políticos que se crean en el Ayuntamiento». Asimismo, asume el compromiso de «habilitar cauces de participación para desarrollar políticas juveniles: Elaborar un Plan Integral de Juventud, estudios e informes, poner en práctica medidas que promuevan la eficaz gestión de recursos municipales al servicio de la juventud y colaborar con AGK para favorecer que éste aglutine en su interior a los distintos exponentes de la juventud de Atarrabia».

Nafarroako Gazteriaren Kontseilua ha respaldado al consejo de Atarrabia, y ahora esperan que el proceso para que sea registrado como consejo municipal siga su curso, que calculan será en dos años. Sobre este compromiso que han obtenido, desde AGK aseguran que se trata de la primera piedra, que ahora comienza el trabajo, y para darlo a conocer, han hecho pública la campaña «Gazteok bat. Construyendo el futuro». Enfatizan el carácter abierto del consejo, ya que animan a cada uno de los jóvenes a utilizar el puente construido para trasladar su criterio acerca de cómo quiere que sea su pueblo.

«La labor ha sido sentar la base»

«Atarrabia es un pueblo vivo. No queremos dejar en manos de unos pocos las decisiones, el pueblo ha de participar; para ello hemos conformado una mesa así. Nos ofrecen sólo aconsejar, y nosotros exigimos poder decidir», subrayan. Buena muestra de la extensión del consejo son las elecciones que han convocado para elegir los cargos que exige un organismo oficial, y aseguran que pretenden que todos los jóvenes participen a la hora de elegir a sus representantes ante el Ayuntamiento. En contra de la crítica de algunos agentes políticos, el consejo ha demostrado su capacidad de aglutinar a jóvenes de amplios sectores y de trabajar conjuntamente para mejorar la política juvenil.

«La labor realizada ha sido la de sentar las bases. Para sacar esto adelante es imprescindible la participación, y ahora es el momento de desarrollarlo». AGK se ha dirigido a la juventud del pueblo de diversas maneras, y una vez al año convoca una asamblea a la que invita a todos ellos. Ha elaborado un dosier tras recabar la opinión de cerca de 400 jóvenes, y en las asambleas sobre la gestión del Gazteleku se reunían 200 personas. Voluntad y ganas no faltan, y ya ha sido reconocida su capacidad.