Felicidades
Se felicitaron por la detención de cinco ciudadanos vascos -«una buena noticia», en boca de su portavoz oficial- sin mostrar la menor inquietud sobre el futuro que les esperaba a manos de la Guardia Civil. La realidad ha puesto a cada cual en el lugar que le corresponde. Los torturados, en el potro; los torturadores, al ascenso o la medalla y los sumisos, en la vergonzante peana de los encubridores. Si no sienten vergüenza es porque ya se han encallecido.
OLASO