El PNV se abstiene en el dictamen de Balenciaga y presenta voto particular
El dictamen con el que la comisión Balenciaga cierra su investigación se aprobó ayer sin votos en contra en una sesión que se complicó más de lo previsto. El PNV intentó modificar a última hora detalles del informe, a pesar de que la sesión estaba destinada únicamente a la votación. El apoyo del PNV es relativo ya que, aun sin oponerse a la totalidad del dictamen, ayer registró un voto particular con el que pretende puntualizar algunos extremos concretos.
Itziar AMESTOY | GASTEIZ
El dictamen parlamentario que señala las diferentes responsabilidad en las irregularidades del futuro museo Balenciaga de Getaria de la Fundación Balenciaga, la sociedad Berroeta Aldamar, así como de la Dirección de Patrimonio de Lakua, se aprobó ayer con el voto a favor de todos los grupos, a excepción del PNV. En este caso, el rechazo de los jeltzales no fue tan radical como en el del Guggenheim y optaron por abstenerse, para permitir que se aprobara sin votos en contra, aunque después presentaron votos particulares.
La última sesión de la comisión parlamentaria tenía el único objetivo de votar un dictamen que se pudo haber cerrado el viernes pasado, aunque, a petición del PNV, se retrasó hasta ayer. A pesar de que los parlamentarios habían acordado que el texto no podía modificarse, el PNV intentó incluir algún cambio de última hora, aunque finalmente salió adelante con la abstención jeltzale. De esta manera, el PNV evita quedarse solo, como le ocurrió en la comisión Guggenheim, cuando votó en contra del dictamen junto a EB, que luego se desvincularía de los jelkides asegurando que su posición se debía a la negativa a incluir sus alegaciones, en las que exigía un cambio del modelo de gestión del museo. Sin embargo, el voto particular que presentó ayer deja claro el malestar del PNV con parte del dictamen.
El secretismo en torno al trabajo de la comisión -que se ha desarrollado a puerta cerrada desde su creación- llegó al punto de que la presidenta, Onintza Lasa (EA), no quiso desvelar cómo se había producido la votación y se limitó a decir que se había desarrollado «sin ningún voto en contra». El contenido íntegro del informe no se hará público hasta el pleno del lunes. Sin embargo, las responsabilidades que se atribuyen se han ido conociendo los últimos días. Son varias las instituciones señaladas por el dictamen y la mayoría de ellas se encontraban, en el momento en el que se produjeron las irregularidades, en manos del PNV. El principal responsable por dejación en la gestión de recursos públicos y la falta de control es la sociedad Berroeta, a la que también se acusa de avalar la gestión de Mariano Camio -ex gerente de este organismo, así como vicepresidente de la fundación y principal imputado por la Fiscalía junto a Julián Argilagos y Rolando Paciel-. A la Fundación Balenciaga se le acusa de falta de profesionalidad por no haber tomado decisiones resolutivas. Por último, se señala como negligente la actuación de la Dirección de Patrimonio de Lakua en la supervisión de bienes cedidos a la fundación. Serían pañuelos de la colección, que Camio supuestamente regaló a esposas de ediles de Zarautz y Getaria.
Miren Azkarate aceptó ante la comisión su responsabilidad, como le atribuye el dictamen, aunque una posible petición de dimisión o moción de censura son inviables por la cercanía del fin de la legislatura.
El Comité Asesor de Miembros de Honor del Museo Guggenheim de Bilbo considera que las conclusiones de la comisión de investigación parlamentaria que se debatirán en pleno el día 22 son «desproporcionadas e injustas». En un comunicado hecho público ayer y firmado por su presidenta, Pilar Aresti, el comité asesor quiso posicionarse en relación a las informaciones difundidas por los medios -ya que el contenido del dictamen es secreto-, y expresar su respaldo a la gestión del director general, Juan Ignacio Vidarte. Cabe recordar, que el dictamen señala que el director consentía la gestión del ex director de finanzas, Roberto Cearsolo, y que no ejercía ningún control. Situación que propició el desfalco que éste fue cometiendo y que acabó superando los 500.ooo euros. Los miembros del patronato destacan de Vidarte, por el contrario, «el entusiasmo y la profesionalidad que ha dedicado como director general». El dictamen que señala la responsabilidad de Vidarte, junto a la de Miren Azkarate, fue aprobado el pasado día 2 con los votos en contra de PNV y EB. EA dijo que presentaría un voto particular en el pleno.