Durante la madrugada de ayer un incendio calcinó casi por completo un caserío del barrio Urdaneta de Aia, y ayer a las 13.30 otro incendio obligó a desalojar a todos los vecinos de un edificio de Bilbo. En ninguno de estos casos se registraron desgracias personales, según informaron fuentes oficiales.

El primer siniestro se produjo sobre las dos de la madrugada en el caserío Markeskua, un edificio de 800 metros cuadrados de superficie que alberga dos viviendas, las cuales quedaron prácticamente arrasadas.

Pese a la magnitud del siniestro, se pudieron salvar la mayor parte de los animales que estaban en la cuadra del caserío, como vacas, gallinas, cerdos y ovejas. No obstante, y según comentaron los bomberos que acudieron a sofocar el incendio, al menos tres ovejas habían muerto a consecuencia de las llamas y del humo generado por la combustión de los materiales del caserío.

A la calle en pijama

El incendio, de grandes dimensiones, obligó a desalojar tanto a los vecinos de este caserío como a los de otros cercanos. La mayoría de ellos estaban durmiendo cuando comenzó el fuego. Por ello, casi todos se vieron obligados a salir a la calle en pijama a pesar del frío y la nieve que caía en Aia a esas horas de la madrugada, según informaron desde la Asociación de Ayuda en Carretera (DYA).

Las seis personas que vivían en el caserío Markeskua fueron realojadas ayer mismo en casas de familiares. En concreto, se trata de un matrimonio con tres hijos, que habitaban una parte del inmueble, y de un hombre que vivía solo en la otra parte.

Un total de ocho dotaciones de bomberos de la Diputación de Gipuzkoa, pertenecientes a las zonas de Kosta y Urola, estuvieron trabajando varias horas para intentar sofocar el incendio, que no quedó totalmente controlado hasta las 5.10 de la madrugada.

En lo que se refiere al siniestro de Bilbo, la voz de alarma se dio sobre las 13.30 de ayer en el quinto piso, escalera izquierda, del número 3 de la calle Buenos Aires. Las llamas obligaron a desalojar rápidamente a todos los vecinos del edificio.

Según informaron fuentes del Ayuntamiento de Bilbo, no se registró ningún herido ni ninguna persona precisó de atención médica.

Rápida intervención

Estas mismas fuentes indicaron que el fuego se originó en el salón de la citada vivienda de la calle Buenos Aires, pero a última hora de ayer todavía se seguían investigando las posibles causas que habían provocado las llamas.

La rápida intervención de los bomberos, que sofocaron el incendio en menos de un cuarto de hora, evitó que las llamas se propagasen a otros pisos del inmueble.

En cualquier caso, los propios bomberos inspeccionaron el resto de las viviendas del edificio antes de permitir la vuelta de los vecinos a sus hogares, hecho que se produjo a primeras horas de la tarde de ayer.