Masacre israelí en Gaza
Israel arrasa Gaza y amaga con invadirla sin que nadie le ponga freno
Israel prosiguió ayer, por segundo día consecutivo, los bombardeos sobre Gaza, que han provocado ya cerca de 300 muertos confirmados, y aprobó una movilización de tropas que podría ser el preludio de una operación terrestre en la franja mediterránea ocupada, si bien diversos analistas consideraban que esta opción no pasa de ser un farol dado el coste elevadísimo que tendría para sus propias fuerzas. Entretanto, continúa la operación televisada de exterminio.
GARA | GAZA
El Consejo de Ministros autorizó por la mañana la llamada a filas de miles de reservistas y el aún titular de Defensa, Ehud Barak, aseguró que «si hacen falta botas en el terreno, las habrá», mientras el Ejército israelí desplegaba baterías de artillería y cientos de soldados en los alrededores de la franja.
La operación de ataque aéreo, denominada oficialmente «Plomo Forjado», continuó ayer con bombardeos en distintas zonas de Gaza, sobre todo en el sur y en la capital, que provocaron la muerte a decenas de personas, elevando el número de fallecidos desde el sábado a 287 (en su mayoría policías de los servicios de seguridad creados por Hamas tras su victoria en las urnas) y el de heridos a 900.
Los servicios de emergencia de Gaza afirmaron que el número de víctimas podría elevarse en las próximas horas, puesto que al menos 120 de los heridos se encontraban en estado crítico.
Desde la tarde del sábado, los aviones de guerra israelíes han golpeado «más de 240 objetivos», según informó a Efe un portavoz militar que aseguró que en este tiempo las milicias palestinas han lanzado alrededor de 150 cohetes contra territorio de Israel.
Uno de los cohetes provocó el sábado la muerte en la ciudad de Netivot de la única víctima israelí desde que comenzó la ofensiva, mientras que otro alcanzó ayer las cercanías de la ciudad de Ashdod, a unos 37 kilómetros de Gaza, y se convirtió en el proyectil que más lejos han logrado lanzar las milicias palestinas.
A primera hora de la tarde, los F-16 israelíes de fabricación estadounidense bombardearon la región de Rafah, en el sur de la franja y fronteriza con Egipto, en la que, según Tel Aviv, destruyeron 40 túneles que comunican el territorio palestino ocupado con el egipcio.
Según fuentes palestinas de Gaza, al menos dos personas murieron por el fuego israelí, que destruyó parte del muro de separación con Egipto, lo que posibilitó que decenas de palestinos cruzasen al otro lado de la frontera. También habrían sido alcanzadas ayer lanzaderas de cohetes de las milicias, el «complejo de seguridad de Hamas de Seraya» (que incluye una cárcel) y la sede de la cadena islamista de televisión Al Aqsa TV, que continuó su retransmisión desde una unidad móvil. Testigos presenciales denunciaron que un almacén de medicamentos en el sur de Gaza también fue bombardeado, al igual que una mezquita cercana al hospital.
Medios israelíes indicaban que el Ejército está trasladando tropas y tanques desde los Altos de Golán (ocupados a Siria en 1973) hacia el sur de Palestina, donde se sitúa Gaza.
En varios puntos de Cisjordania, territorio palestino ocupado que asiste impotente a la masacre, cientos de personas se manifestaron contra la agresión militar israelí, la más sangrienta contra los palestinos desde la Guerra de los Seis Días de 1967.
Un joven de veinte años, Arafat Khawaja, murió cuando se manifestaba en la localidad cisjordana de Naalin al ser alcanzado en el cuello por fuego de soldados israelíes.
El paso fronterizo de Kerem Shalom se abrió ayer para permitir el paso de camiones de agencias humanitarias e Israel anunció que permitiría la entrada a su territorio a heridos graves para que fueran atendidos en sus hospitales. Una muestra de «misericordia» que no logrará que el pueblo masacrado varíe su opinión en relación a la potencia ocupante.
Mientras llovían las condenas internacionales contra la desproporción de la ofensiva israelí -más tímidas a medida que la posición del gobernante de turno se acerca a las tesis de Tel Aviv- y se sucedían los llamamientos a la paz, la ministra israelí de Exteriores, Tzipi Livni, declaró ayer, en unas palabras no exentas de electoralismo, que no acepta los llamamientos a la contención y dijo que «Hamas es una organización terrorista e Israel es un país que está defendiendo a sus ciudadanos».
«La única forma de hacer que se acabe la ofensiva es dejar claro que Israel tiene el derecho de protegerse y que la Comunidad Internacional le apoye», indicó. Livni hizo esta declaración después de que el primer ministro israelí en funciones, Ehud Olmert, asegurara que su Gobierno manejará la situación «con sensatez, paciencia y firmeza» hasta «alcanzar los resultados deseados».
287 palestinos y un israelí han fallecido violentamente desde el inicio de la brutad ofensiva israelí, si bien todos los observadores consideran que esta cifra seguirá aumentando en los próximos días.
Las «negociaciones indirectas de paz» entre Siria e Israel no podrán proseguir a causa de la agresión contra la franja de Gaza, dijo a la agencia Ansa un responsable sirio. Desde mayo hasta agosto, Siria e Israel celebraron, a través de Turquía, cuatro encuentros.
Defensores de los derechos humanos de Líbano, Gran Bretaña, Polonia, Canadá, Estado español, Italia y Australia están presentes en Gaza, documentando los actuales ataques israelíes sobre Gaza, según ha dado a conocer FreeGaza.org.
«Debido a la política de Israel de negar el acceso a la ocupada franja de Gaza a los medios de comunicación internacionales, defensores de los derechos humanos y miembros de agencias de ayuda a la franja de Gaza, muchos de estos activistas llegaron a Gaza con los barcos del Movimiento Gaza Libre», según el medio electrónico. Los barcos de Gaza Libre «han roto el sitio de Israel sobre Gaza en cinco ocasiones en los últimos cuatro meses». El suyo ha sido un ejercicio de desobediencia civil que estos días adquiere todo su valor, a través de los testimonios que hacen llegar a todo aquel que esté interesado en conocer algo más que las versiones oficiales.
La libanesa Natalie Abu Eid es miembro del Movimiento de Solidaridad Internacional y su relato nos acerca a lo que ocurre en Gaza: «Un niño pequeño se desmayó. Otro estuvo temblando en el suelo durante una hora. Hallamos los cuerpos de dos niñas bajo un auto calcinado. Esto es más que un castigo colectivo. Nos tratan como a animales de laboratorio. Viví el bombardeo de Beirut y el mensaje de Israel es el mismo: la masacre de civiles. ¡Acaba de haber otra explosión afuera!».
El Consejo de Seguridad de la ONU se limitó ayer a expresar su «seria preocupación por el recrudecimiento de la situación en Gaza» y pidió a israelíes y palestinos «un cese inmediato de toda violencia». La reunión de urgencia de cinco horas no dio para más.
«Todos los hospitales de la franja están en estado de emergencia recibiendo gente afectada por los misiles. Los hospitales carecen del equipamiento necesario», explicaba el jefe del servicio médico de emergencias, Moawiya Hasanein.
Mahmud Abbas PAN Palestinako Aginte Nazionaleko presidenteak atzo Kairo Egiptoko hiriburuan esan zuenez, Hamas Erresistentzia Islamikoaren Mugimenduak eragin du Gazan gaur egun bizi den egoera, orain sei hilabete Israelekin adostutako su-etena luzatzeari ezetz esan diolako. «Beraiekin hitz egin genuen eta zera esan: `Mesedez, su-etena ez eteteko eskatzen dizuegu, indarrean jarraitu dezala eta ez dadila bukatu'. Gertatu dena saihestu genezakeen», presidenteak Kairon esandakoaren arabera.
Hamasek, berriz, Israelgo Armadari leporatu dio su-etena apurtu izana, ofizialki abenduaren 19an bukatzekoa bazen ere, egun hori iritsi aurretik palestinarren aurkako eraso ugari egin zituelako.
Azken urteotan gertatu dena ahaztuta edo, Abbas presidenteak Ismail Haniyeh lehen ministroaren mugimenduari egotzi dio lurralde okupatuetako bi indar politiko nagusien, Al Fatah eta Hamasen, arteko «berradiskidetze nazionalerako elkarrizketak» apurtu izana. Berak esandakoaren arabera, elkarrizketa horiek egin izan balira, hauteskundeak antolatzeko aukera izango zuten. Ez du azaldu, ordea, hautestontzietan boto gehien bildu zuen indarrak zergatik onartu behar dituen galtzaileak ezarritako baldintzak. Edota zergatik Al Fatah alderdiak ez zuen onartu, Hamasek bere garaian «batasun nazionaleko Gobernua» osatzeko egin zion proposamena. Abbasen alderdiak orduan nahiago izan zuen batasun hori apurtu eta okupatzaileen morroi lana egitea, Israelgo okupatzaileen eta Mendebaldeko potentzien txaloen artean, egunotan erarik lotsagarrienean egiten ari den gauza bera. Hori bai, Mubarakekin bilera egin ondoren, Abbasek esan du lehentasuna sarraskiari amaiera jartzea dela.
Jose Angel ORIA
«La sangre y el olor a pólvora están por todas partes en Gaza», decía Mohamed Abu Hmeid, un policía de 36 años que se encarga de dirigir el tráfico cerca del saturado hospital Shifa y de consolar a los familiares de las numerosas víctimas.