Un atentado deja 36 muertos en el norteño valle paquistaní de Swat
Un atentado con coche bomba ante un colegio electoral en el norteño valle paquistaní de Swat se saldó ayer con al menos 36 personas muertas y quince heridos, según el último balance policial. La acción se produjo en el área de Shalbanday, donde se desarrollaba una votación parcial a la Asamblea provincial con el fin de reemplazar al diputado Abdul Matin Khan, ya fallecido. La explosión destruyó una escuela y provocó el hundimiento de un mercado vecino.
GARA |
La explosión destruyó una escuela en la ciudad de Buner, en el extremo del valle de Swat, convertida ayer en colegio electoral y a la que habían acudido decenas de votantes, pues la zona celebraba comicios parciales a la Asamblea provincial, que fueron suspendidos tras el atentado. El último balance cifró en 36 el número de fallecidos y en 15 el de los heridos.
Hasta el momento, nadie ha reivindicado la acción, la última de una oleada de atentados suicidas y ataques en Pakistán que ha causado más de 1.500 muertos en los últimos 18 meses.
El Ejército paquistaní mantiene desde hace más de un año una ofensiva contra islamistas relacionados con los talibán en el montañoso valle, pero no ha logra acabar con la violencia.
«La cifra total de muertos es de 36», dijo a France Presse el agente Behramand Jan, al precisar que «el suicida voló su coche cargado de explosivos cerca del muro de la escuela» causando una «devastación masiva», que provocó el hundimiento de un mercado vecino.
Siete de los quince heridos estaban graves y fueron conducidos al hospital de Peshawar, la capital de la Provincia de la Frontera del Noroeste. Entre los fallecidos figuran dos policías.
Los equipos de socorro buscaban aún entre las ruinas posibles supervivientes, pese a que la oscuridad ya cubrió la zona. Algunos testigos señalaron previamente a la France Presse que los habitantes trataron de rescatar a los atrapados entre los escombros excavando con sus propias manos.
Campo de batalla
«Todavía hay gente bajo los escombros. Los residentes están intentando rescatarles. No sabemos cuántos están vivos y cuántos están muertos», declaró Kashif Khan, un vecino de Buner.
El valle de Swat, antes uno de los lugares turísticos más visitados de Pakistán, se ha convertido en un campo de batalla desde que el clérigo Maulana Fazlula, al que se relaciona con el movimiento talibán paquistaní y con Al Qaeda, lanzara en el otoño de 2007 una violenta campaña para la instauración de la ley islámica o sharia en la región.
Las tropas paquistaníes reaccionaron con una gran ofensiva que empezó en noviembre de 2007 para expulsar a los seguidores de Fazlula de este bastión islamista.
El Ejército duplicó sus acciones antitalibán desde principios de este año y ha conseguido expulsar parcialmente a sus seguidores, que se han refugiado en las zonas tribales vecinas, a lo largo de la frontera con Afganistán.
Sin embargo, el potente movimiento integrista de Fazlula ha puesto en jaque al Ejército de Pakistán, enfrascado en operaciones en esta región -la Provincia de la Frontera Noroeste- y en las áreas tribales fronterizas con Afganistán.
El hotel de lujo Marriot de Islamabad reabrió ayer sus puertas «convertido en una fortaleza», tres meses después de que resultara severamente dañado por la explosión de un camión, en un atentado atribuido a Al Qaeda en el que murieron 60 personas.
Dieciséis personas, entre ellas catorce niños, fallecieron ayer y otras 58 más resultaron heridas en un atentado suicida registrado en la región oriental afgana de Khost, según el último balance proporcionado por la Fuerza Internacional de la OTAN (ISAF). El kamikaze, que viajaba en un vehículo, hizo estallar la carga explosiva a las 10.30 hora local en el exterior de los edificios administrativos del distrito de Ismailkhail. Una fuente policial que pidió el anonimato señaló que el autor del atentado pretendía entrar en el edificio, pero tuvo que detenerse en un control y fue entonces cuando detonó la carga que portaba. La acción tuvo lugar cerca de un colegio al que los niños habían acudido a ver los resultados de sus exámenes.
También en Afganistán, dos soldados canadienses de la ISAF y un policía y un intérprete afganos murieron el sábado en un ataque con bomba en la sureña provincia de Kandahar. En la misma acción resultaron heridos otros cuatro soldados ocupantes de la misma nacionalidad y otro intérprete afgano. La explosión se produjo cuando los militares efectuaban una patrulla a pie por la zona y coincidió con el final de la visita de tres días que el ministro canadiense de Defensa, Peter MacKay, y su jefe de Estado Mayor, el general Walter Natynczyk, realizaron a Kandahar.
