KIROLAK 2009
Los clubes vascos se eclipsan mientras sus futbolistas brillan en el exterior
Ramón SOLA | IRUÑEA
La crisis de resultados, y su lógica deriva económica e institucional, se ha instalado en los clubes vascos en las tres últimas temporadas. La curva del cuadro inferior de esta página lo dice todo: salvo milagro en la segunda vuelta, esta temporada será la peor en Primera División desde que en 1966-67 sólo uno de nuestros equipos, el Athletic, compitió en esta categoría.
Sin embargo, los árboles de los resultados de los clubes no dejan ver el bosque general del fútbol vasco. Abordemos el caso de otra forma. El once titular que se podría formar con los jugadores nacidos en los siete herrialdes podría ser éste: Almunia (Arsenal) en la puerta; Iraola (Athletic), Sarriegi (Panathinaikos), Amorebieta (Athletic) y Garrido (Manchester City) en defensa; Xabi Prieto (Real), Xabi Alonso (Liverpool), Raúl García (Atlético de Madrid) y Arteta (Everton) en el centro; y Joseba Llorente (Villarreal) y Fernando Llorente (Athletic) en punta. Como recambios quedarían Iraizoz, Riesgo, Azpilicueta, Flaño, Monreal, Mikel González, Orbaiz, Puñal, Aranburu, Sirieux, Aduriz, Díaz de Zerio... ¿Crisis?
Ese equipo podría competir, sin duda, no sólo con cualquiera del concierto internacional, sino también con el de los gloriosos primeros años 80. Con una diferencia: los once de entonces jugaban en clubes vascos, pero ahora sólo lo hacen cuatro; el resto, con la excepción de Sarriegi y quizás de Joseba Llorente, no está al alcance de los clubes vascos precisamente por su calidad y su alto caché.
El caso más evidente es el de Xabi Alonso. El tolosarra se ha convertido en un jugador de super-elite europea. En verano estuvo a punto de ser fichado por la Juventus por 18 millones de euros. El Liverpool no lo vendió, y acertó: a día de hoy conforma junto a Steven Gerrard uno de los mejores tandems de medio-centros del planeta. Santiago Segurola, el periodista deportivo más reputado del Estado español, se refiere a él como el mejor del mundo en ese puesto. Bajo su batuta, los reds lideran la Premier y pueden volver a ganarla después de 19 años. Sería el no va más para el currí- culum del tolosarra, que ya ha ganado la Champions y la Eurocopa este mismo año, aunque Xabi Alonso fuera el peor parado en el reparto de minutos por el overbooking de talentos en el equipo de Luis Aragonés: Xavi, Cesc, Senna...
Aunque a Euskal Herria llegue muy difuminado el eco de sus éxitos, hay otros dos vascos con gran reputación acumulada en la mejor liga del mundo. Sin salir de Liverpool, la manija del Everton, un club acostumbrado a pelear en posiciones UEFA, pertenece en exclusiva a Mikel Arteta desde hace un lustro. Es uno de los jugadores más respetados de la Premier y se afirma que pronto será llamado para la selección estatal. Su caso es similar al del navarro Manolo Almunia. Ni el primero brilló en la Real Sociedad ni el segundo se lució en Osasuna, pero ambos triunfan en Inglaterra. Hace un año, a Almunia se le invitó con insistencia a nacionalizarse con la garantía de que la portería de la selección de Fabio Capello sería suya, lo que demuestra la confianza que despierta en la isla. Es titular indiscutible en el Arsenal de Arsene Wenger y también ha jugado una final de la Liga de Campeones (el Arsenal perdió 2-1 con el Barcelona).
Un escalón más abajo, Javi Garrido alterna titularidades y suplencias en otro equipo de alto presupuesto, el Manchester Ci- ty, donde a menudo le toca cubrir las espaldas del brasileño Robinho. Y ha jugado UEFA esta temporada. Otros tres «exiliados» siguen vivos en la Champions, con apariciones estelares en la primera fase. Sarriegi marcó el gol de la victoria del Pana-thinaikos en San Siro frente al Inter de Mourinho, lo que dio a los griegos un primer puesto impensable en su grupo. Joseba Llorente también ha marcado para el Villarreal, donde hasta su lesión se ganó la titularidad pese a la competencia feroz de Nihat, Rossi, Guille Franco o Altidore, sin acusar para nada el salto desde el Valladolid. Y goles y trabajo ofrece también Raúl García en el Atlético, otro equipo que pisa muy fuerte este año y en el que el de Zizur no pierde comba.
Se podía decir, por tanto, que los clubes vascos mueren del éxito de futbolistas que un día fueron suyos y que debieron ser vendidos por cuestiones de mercado. Athletic, Osasuna, Real y Alavés se han visto superados por las leyes implacables de la oferta y la demanda, y no siempre encuentran buenas vetas en sus canteras para tanto recambio.
Del todo a la nada
Los desplomes han sido tan vertiginosos que parecen apuntar más a cuestiones coyunturales que a estructurales. Osasuna cierra la tabla de Primera apenas año y medio después de haber rozado la final de la UEFA, y dos años y medio después de ser cuarto en la liga. Parece incomprensible que la Real bajara sólo cuatro años después de tocar con la punta de los dedos el título de Liga. El Alavés jugó la final de la UEFA en 2001 para irse a Segunda sólo dos años después. El Athletic es el único caso de cierta estabilidad, aunque con los apuros de las últimas temporadas pocos recuerdan ya que jugó Champions en 1997 y UEFA en 2003. No hace tanto.
2009 se perfila como un año de resistencia. Los últimos resultados han aliviado al Athletic, pero Osasuna tendrá que mejorar mucho o la Real subir de categoría para que el fútbol vasco no vuelva a quedarse con un solo representante, algo que no pasa desde hace 42 años. El Alavés ya salvó dos match-balls en el campo institucional -sobreviviendo a Piterman, con el que aún litiga en los tribunales- y en el deportivo -con la dramática salvación de junio- pero sigue mirando más hacia abajo que hacia arriba. La Real camina en el alero de la ruina económica y la división social, por una cuerda que quizás sólo se sostendrá si la pelotita entra. Y el Athletic se ha mostrado con el caso Aduriz por primera vez como club vendedor, mala noticia cuando San Mamés Barria le espera con fuerzas renovadas.
La cantera vasca podría llenar prácticamente toda la nómina de Primera: Clemente, Irureta, Lotina, Valverde, Mané, Mendilibar, Emery, Lillo, Arconada, Sáez, Ziganda, Goikoetxea, Iribar, Azkargorta...