La muerte de Errenteria reabre dudas sobre la seguridad y los presupuestos
La muerte de Clara Rangel a manos de su marido en Errenteria ha reabierto varios debates en relación con el modo de abordar la violencia machista. En primer lugar está el relacionado con la seguridad, tras saberse que la Ertzaintza ya había acudido al domicilio el día de Nochebuena. Por otro, el del dinero destinado a combatir esta lacra: ante las autoridades se colocó ayer una pancarta con el lema «Presupuesto municipal cero, ¿tolerancia cero?».R.S. |
La lluvia de condenas que sigue a cada muerte por violencia machista se revela cada vez como más insuficiente. La concentración celebrada ayer en la Plaza de Errenteria a iniciativa municipal reunió a múltiples autoridades, como es habitual en estos casos, pero también a ciuda- danos que exigieron medidas concretas y eficaces.
Así, ante los responsables municipales se colocó una pancarta con el lema «Presupuesto municipal cero, ¿tolerancia cero?», una cuestión que ya había criticado la víspera la izquierda abertzale de la localidad. En declaraciones posteriores a los medios, el alcalde del PSE, Juan Carlos Merino, aseguró que las instituciones «ponen medios y recursos para combatirla», y citó el Plan de Igualdad de su consistorio. Adelantó además que estudian personarse como acusación popular en coordinación con otras instituciones como las Juntas Generales, que también han expresado interés.
Nada de ello, sin embargo, podrá reparar ya la muerte de Clara Rangel, de 35 años. Tampoco lo hará la concentración de ayer, en la que aparecieron lemas críticos hacia los políticos como éste: «Menos fotos y más responsabilidad»
La implicación de Policía y judicatura también vuelve a quedar en entredicho ante los detalles que se van conociendo. No consta que la mujer hubiera denunciado nunca maltratos, lo que hizo que el juez Jaime Tapia, que participó en la concentración, argumentara que «desgraciadamente éste es uno de los tantos casos en que la Justicia no tenía conocimiento».
Sin embargo, por varios medios de difusión ha trascendido que la Ertzaintza ya tuvo que acudir al domicilio el día de Nochebuena para acompañar a los servicios sanitarios, después de que el autor de la muerte de Clara Rangel mostrara una actitud violenta. La Policía autonómica confirmó este extremo, aunque dijo que no se trató de un altercado sino de una situación de nerviosismo que habría derivado en el traslado del hombre a un centro hospitalario para un examen siquiátrico. Su nombre, por cierto, no se ha dado a conocer oficialmente.
Prioridad a inmigrantes
La familia había llegado a Euskal Herria procedente de Venezuela. Tres de las seis víctimas mortales de la violencia machista durante este año eran inmigrantes, lo que confirma que este colectivo está especialmente desprotegido. Desde Cádiz, la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, se refirió a este hecho. Indicó que el número de víctimas inmigrantes «ha crecido de forma alarmante, ya que estábamos en el 22% y ahora estamos en el 45%».
El Gobierno de Lakua anuncia también que retocará su plan de lucha contra la violencia machista para atender especialmente a estos colectivos.
A los centenares de personas de la mañana se les unieron 1.500 que se manifestaron en Errenteria por la tarde. Hubo denuncias también en Gasteiz (200), Zarautz (70), Iruñea y Azpeitia (60), Bilbo (50), Altsasu (30), Donostia, Irun...
Las detenciones por violencia de género son noticia diaria en Euskal Herria. Ayer fue la Policía Foral la que notificó el arresto de cinco personas durante los últimos días en Nafarroa. Destaca el caso de un vecino de Zizur de 46 años que fue detenido tras una denuncia de su esposa por malos tratos y amenazas. La mujer refirió que había sufrido «agresiones esporádicas» durante los últimos quince años, aunque hasta ahora nunca lo había puesto en conocimiento de las autoridades. La detención fue practicada en primer lugar por agentes de la Policía Municipal de Zizur. El hombre había huido del domicilio tras el último ataque, según indicó el Gobierno de Nafarroa en un comunicado.
Por otra parte, el sábado agentes de la Brigada Asistencial de la Policía Foral capturaron a un vecino de Sakana de 50 años al que se imputan malos físicos y sicológicos, además de «desobediencia grave» por quebrantar una orden judicial de alejamiento. El jueves también se detuvo en Tutera a un hombre de 40 años acusado de «malos tratos, allanamiento de morada y daños» tras una denuncia de su pareja, que aportó un parte de lesiones. El mismo día y por el mismo motivo fue arrestado otro hombre de 37 años también en la capital ribera, y un día antes lo fue un vecino de Iruñea de 32 por «agresión sexual» a su compañera.