La primera manifestación reivindicativa de 2009 en Euskal Herria -como no podía ser de otra forma- clamará por el fin de la crueldad penitenciaria. Cada Estado se retrata en el trato a sus presos y el español presenta un retrato pavoroso. Se escuchan pocas condenas contra el maltrato a los prisioneros políticos y a algunas, además, les faltan hechos. El doble rasero de los derechos humanos.