Aunque las tasas de donación siguen siendo positivas, aumentan las negativas de familiares
Las tasas de donación de órganos siguen siendo satisfactorias, tal y como afirmaron ayer las autoridades sanitarias de la CAV y Nafarroa, pero en 2008 las negativas familiares a la donación han aumentado.
Según informó ayer el Departamento de Sanidad de Lakua, la tasa de donación de órganos se sitúa en 41 por millón de habitantes en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. De este modo, la media de donación se mantiene en el umbral de los últimos diez años. El Departamento ha incidido en la importancia de mantener la tasa de donantes de órganos, ya que los fallecimientos derivados de accidentes de tráfico han descendido y, además, han aumentado ligeramente las negativas familiares a la donación, que en estos momentos suponen el 13,8% de los casos en los que se solicita la donación.
Pese a ello, afirmaron que las donaciones obtenidas el año pasado han hecho posible que el acceso a los transplantes sea mayor. En el caso de los pacientes renales la tasa se ha situado en 60 transplantes por millón de población. Los transplantes hepáticos han sido 30 por millón de población; de corazón, 6,5 por millón de habitantes; y los de pulmón, 3,3 por millón.
Datos similares fueron presentados por el coordinador de trasplantes de Nafarroa, Juan José Unzué, que contabilizó 26 trasplantes renales, 19 hepáticos y 7 cardíacos, además de las 1.361 donaciones de sangre de cordón umbilical.
El coordinador de transplantes destacó que el pasado año se registraron seis negativas familiares a donar, hecho que ha supuesto una ruptura de la tendencia registrada en los años 2006 y 2007, años en los que no se produjo ninguna.
Pese a las negativas, Unzué calificó de positivos los datos, aunque afirmó que espera que mejoren en cuanto a la donación entre vivos, para poder cubrir las listas de espera, «algo que no se puede lograr con las donaciones procedentes únicamente de fallecidos».
La donación entre vivos se produce en casos de hígado y riñón, y se trata de donaciones «dirigidas», ya que tienen lugar entre familiares o personas con una relación, y después de ser evaluado el caso por un comité ético y un juez.
Unzué también quiso dar a conocer «la lista negra de espera» en Nafarroa, donde 84 personas esperan un riñón; 21, un hígado; y 4, un corazón.