Los concentrados, que secundaron el llamamiento hecho por el comité de empresa de EITB, permanecieron en silencio durante quince minutos ante el edificio atacado, en el que junto a medios de comunicación como EITB, «El Mundo», «Deia», Onda Cero y Antena 3 están radicadas empresas de distintos ámbitos e instituciones, como la Hacienda Foral de Bizkaia.

La única pancarta fue la desplegada por el sindicato ELA y sostenida por los representantes de esta organización en EITB, con el lema «Abertzale eta langile garelako, ez gaude ados».

Al acto de condena se sumaron representantes institucionales como los consejeros Miren Azkarate, en cuya cartera se encuadra EITB, Esther Larrañaga y Javier Madrazo. También tomaron parte la presidenta de las Juntas Generales de Bizkaia, Ana Madariaga, y los alcaldes de Bilbo, Iñaki Azkuna, y Gasteiz, Patxi Lazcoz.

Además, asistieron representantes de diversos partidos políticos, entre ellos el presidente del PNV de Bizkaia y último director general de EITB, Andoni Ortuzar, la integrante de la ejecutiva del PSE, Isabel Celaá, y el portavoz del PP, Leopoldo Barreda.

«Ultimo resto del franquismo»

Al término de la concentración, Miren Azkarate, que en su día dijo que el cierre de «Egin» era «un asunto entre particulares», declaró que «la pluralidad y la libertad de expresión de los medios es uno de los pilares fundamentales de cualquier democracia» y que «quienes intentan silenciar a los medios se identifican con las dictaduras del terror y el fascismo».

En alusión a la izquierda abertzale, la consejera apuntó que «tendría que tomar buena nota de que el principio de cualquier solución democrática tiene que ser el respeto a todos los derechos humanos».

Tras afirmar que ETA es «enemiga de Euskal Herria y lucha en contra del pueblo vasco», Azkarate aseguró que la organización armada vasca representa «el último resto del franquismo», y añadió que «tiene miedo a la libertad» y «demuestra odio a este país».

Andoni Ortuzar, que fue director de EITB antes de pasar a presidir el PNV de Bizkaia, también incidió en la idea de que ETA tiene «su discurso anclado en el franquismo», al tiempo que expresó la voluntad de su partido de «ponerse en primera línea en la defensa de la libertad de expresión, de la paz y la normalización».

En un artículo publicado en «Deia», este dirigente del PNV afirmó que ETA quiere «medios domesticados que publiquen únicamente sus farragosos y oníricos comunicados, que acepten la terminología rancia y fatxa de los Zutabes».

Patxi Agirrezabala, responsable de Comunicación de ELA -sindicato mayoritario en EITB-, manifestó que ETA es «un obstáculo para quienes queremos cambiar la sociedad de una forma civil y democrática».

El presidente de Udalbide, Julián Eizmendi, hizo un llamamiento a los ciudadanos y electos vascos para «proseguir luchando en favor de la paz y normalización política del Pueblo Vasco». Por su parte, Gorka Landaburu, director de la revista «Aldaketa», dijo que «salir a la calle» es «un camino mucho más importante que ilegalizar partidos».

Por su parte, Euskal PEN Kluba condenó por medio de una nota lo que calificó de ataque «contra la libertad de expresión y la cultura vasca».

Por otro lado, a última hora de la tarde de ayer fuentes del Gobierno de Lakua estimaron en 4 millones de euros los daños causados por el ataque atribuido a ETA.

Toneladas de escombros

Los servicios de limpieza habían retirado ayer al mediodía 27 toneladas de escombros y cristales de los alrededores del edificio que alberga la sede de EITB. El Ayuntamiento de Bilbo informó que en lo que quedaba de jornada estaba previsto recoger entre 15 y 20 toneladas más de escombros.

Una vez finalizado el desescombro, hay que arrancar los trozos de cristales que permanecen adheridos a la estructura del edificio, una tarea que les llevará otros cuatro o cinco días.