Tras anunciar el viernes la toma de la capital de la guerrilla tamil, Kilinochchi, el Ejército cingalés aseguró ayer haber iniciado «la batalla final» en el norte de Sri Lanka para acabar con los rebeldes en su último bastión, Mullaitivu.

«Después de Mullaitivi, se ha acabado. No tienen ningún sitio adonde ir, sólo la jungla», aseguró a Efe el portavoz de la Fuerzas Armadas cingalesas, Udaya Nanayakkara.

Durante el último mes de feroces combates en el norte de la isla, los soldados cingaleses han matado a «más de mil» miembros de la guerrilla de los Tigres de Liberación de Tamil Eelam (LTTE), según el portavoz de Colombo.

Nanayakkara admitió que la toma de Mullaitivu, donde el LTTE tiene una base aérea, «aún llevará un tiempo», aunque insistió en que la pugna por esta localidad es «la batalla final» en la guerra contra los insurgentes tamiles.

El portavoz militar cingalés precisó que el LTTE controla ya tan sólo mil kilómetros cuadrados, repartidos entre Mullaitivu, zonas selváticas a su alrededor y el cercano paso estratégico del Elefante, que une el país con la península de Jaffna, en la punta norte de la isla.

Recordó que el LTTE evacuó a la población al penetrar las tropas cingalesas en Kilinochchi, por lo que no pudo dar más datos sobre la situación de los civiles.

El Ministerio de Defensa de Sri Lanka, en un comunicado, detalló que las tropas gubernamentales se han agrupado ya a cinco kilómetros al sur de Mullaitivu.

Helicópteros militares bombardearon ayer los aledaños de Mullaitivu, acompañados por fuerzas de tierras, según Colombo.

La nota añade que el viernes ya se llevaron a cabo ataques aéreos tanto en el norteño paso del Elefante como en el flanco occidental de Mullaitivu, dejando «muchas bajas» entre las filas del LTTE, aunque Colombo no las cuantificó.

Mientras, la web Tamilnet.com, afín a los Tigres, aseguró que bombardeos a tan sólo un kilómetro de Mullaitivu causaron la muerte de cuatro civiles y la destrucción de una gasolinera y de ocho autobuses que estaban aparcados.

Tamilnet.com también se hizo eco de un comunicado del diputado tamil Mano Ganesan, líder del Frente Democrático Popular, que asevera que «una solución política a la cuestión étnica no sería aceptable para los tamiles después de una victoria militar total» del Gobierno de Colombo.

Atentado en Colombo

Por otra parte, tres personas resultaron heridas como consecuencia de una explosión en las inmediaciones de una mezquita en la zona comercial de Pettah, en Colombo, según un comunicado del Ministerio cingalés de Defensa.

Prasad Ariyawansa, director del Hospital Nacional de Colombo, confirmó que las heridas de los tres ingresados eran leves. Dos vehículos resultaron dañados por la explosión, al igual que numerosos escaparates de comercios.

Aunque la nota no responsabilizó al LTTE del atentado, sí que recordó que el viernes la guerrilla tamil contestó a la toma de Kilinochchi con un ataque suicida frente a la sede de las Fuerzas Aéreas cingalesas, que causó la muerte de dos soldados.

El LTTE lucha desde hace 25 años contra el Gobierno cingalés en demanda de un estado independiente para las áreas nororientales en las que predomina la etnia tamil, de religión hindú, frente a los cingaleses, que profesan el budismo y son mayoría en el resto de la isla de Sri Lanka.

Las treguas y los alto el fuego no han impedido que la guerra, en la que han muerto casi 100.000 personas, siga su sangriento cauce.

En 2008, los combates se recrudecieron y el Ejército consiguió tomar la franja oriental de la isla, antes bajo dominio de la guerrilla, a la que ha arrinconado en el norte.

Sin embargo, el LTTE ya consiguió recuperar en el pasado zonas que el Ejército cingalés había conquistado.

Desplazamiento de civiles

La lucha por el territorio ha causado el desplazamiento de miles de civiles, que a menudo incluso tienen que reubicarse ante la evolución de las ofensivas militares.

Algunas de las regiones conquistadas por el Ejército en la paradisíaca costa oriental de Sri Lanka, donde el turismo se ha cortado en seco, están plagadas de soldados y numerosos puestos militares que custodian los antiguos campos de entrenamiento del LTTE.

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