Raimundo Fitero
Geografía
Dónde está Dakar? ¿Qué día es hoy? En ETB-2 ofrecieron un reportaje sobre el calendario que al verlo en una mañana gris de domingo desubicado, nos atrajo por lo que tenía de surrealismo. Como se celebra el vigésimo aniversario de la muerte de salvador Dalí, aquél hombre que decía con mucho cuajo. «El surrealismo soy yo», que hacía documentales en los que se anunciaba. «Dalí sale del huevo», y que pintó un famoso reloj que se derretía y se hacía gomoso, saber cuándo empieza el año o termina, los días regidos por la luna o por la intención mítica, nos sitúa ante una versión comercial y religiosa del tiempo, o al menos del calendario.
A golpe de concilio, de decreto, se ponen o se quitan días, meses, años, y cuando los sindicatos no existían, era muy fácil hacer el calendario eclesiástico, pero mientras tanto vamos peleando con las posibilidades de puentear nuestra circunstancia, avanzar hacia el júbilo del calendario único y sin variaciones. Un calendario universal y sin fisuras. Todos los años y siglos con sus mismos días y los días en su mismo lugar en las mismas semanas. Y así poder reservar el apartamento para ir a esquiar de aquí al próximo quinquenio.
Pero si el calendario es difícil de entender más allá de lo reverencial y mirando siempre a los números en rojo, la geografía empieza a ser un problema grave. Varios parlamentarios preguntados en el fallecido CQC demostraron no saber dónde está Guantánamo, pero a partir de ahora, ningún niño, joven, ni adulto va a saber dónde está Dakar. Si se atienden a la publicidad y lo eventual, debe ser un lugar en América del Sur hacia donde se dirigen los jinetes mecánicos del apocalipsis ecológico, del despilfarro, de la desfachatez motorizada. El famosos rally ha cambiado de continente, pero sigue con sus vicios de dejar sus huellas en lugares que lo que menos necesitan es el paso de las hordas del petróleo y los aceites pesados. Cambiar de ubicación geográfica tan radical sin cambiarle el nombre por asuntos comerciales, es una desfachatez añadida. Y encima parece que los pilotos españoles sean los auténticos nuevos conquistadores de esas tierras holladas de manera agresiva.