CRíTICA música

Un buen trabajo

Montserrat AUZMENDI

Finalizada la temporada de trabajo en torno a las vacaciones de Navidad, la Joven Orquesta de Euskal Herria ofrece el tradicional ciclo de conciertos por las capitales vascas. El viernes fue el turno de Donostia, y el resultado cumplió las expectativas, tanto del público –en su mayoría familia de los músicos, que aplaudían con entusiasmo– como, en lo que nos toca, de la crítica, que debe valorar el trabajo, serio y riguroso, que lleva a cabo este conjunto de jóvenes instrumentistas preparando un programa nada fácil en un tiempo récord.

Lo menos afortunado de la velada fue la primera parte, en la que la hermosa “Sinfonía Concertante K. 297b” de Mozart, quizá por la elección de un tempo demasiado moroso a momentos, o quizá por ausencia de contrastes dinámicos, resultó un tanto anodina. Ahora bien, la interpretación fue correcta, y los solistas supieron hacer frente con estilo a las dificultades que la obra entraña. Tanto Itziar Lujanbio al oboe, como Jone Bolibar al clarinete mostraron limpieza en la ejecución y un hermoso fraseo. También tuvo una buena actuación el fagotista Antonio Gómez, y Rubén Pérez se desenvolvió con la trompa.

Sin embargo, fue la segunda parte del concierto la que nos mostró el potencial expresivo de la Joven Orquesta y sus recursos tímbricos. Supieron interpretar la “Guía de orquesta para jóvenes op. 34” de Benjamín Britten con contundencia, brillo y exactitud rítmica. Pero fue la cantata “Gabon dut Anuntzio”, del joven compositor getxotarra Fernando Velázquez, la obra que más llamó la atención, tanto por la belleza de la misma como por la interpretación de la Joven Orquesta y del coro infantil Leioa Kantika Korala.

La obra tiene un interés estético indudable por el engarce entre la orquesta y la parte vocal. El compositor consigue un todo perfectamente empastado y de gran riqueza tímbrica. Además es una obra de muy agradable escucha, muy de “banda sonora”, no en vano Velázquez ha compuesto muchísima música de películas. En cuanto a Leioa Kantika Korala, dirigida por Basilio Astulez, su trabajo fue perfecto. Es un coro disciplinado y con una afinación fantástica. Ello contribuyó  a la redondez de la interpretación del conjunto.

Como bis nos regalaron una marchosa versión de “Olentzero joan zaigu”. Bonita tarde navideña.