Si hasta ahora Gasteiz ganaba por uno a cero a Iruñea en esta primera ola de frío del año, ayer era Donostia quien se imponía a Bilbo, al ser en la capital guipuzcoana donde vieron nevar a nivel del mar frente al lamento generalizado en el litoral vecino. Fue, sobre todo, a primera hora de la tarde, momento en el que también los copos se hicieron más intensos en muchas zonas de Gipuzkoa y Araba, pero no así en Bizkaia. Quizá tuvo que ver en ello la diferencia térmica: mientras en territorio vizcaino el mercurio sobrepasaba los 0º, el guipuzcoano, durante la tarde, se quedaba por debajo.

Durante la madrugada había cuajado la nieve en puntos tan bajos como Zarautz o Zumaia y la jornada se despertaba con problemas por hielo en carreteras de la Sakana y en la A-15 navarra. Ese hielo fue la causa de una salida de calzada en la autoía de la Sakana, dirección Gasteiz, sobre las 7.40, donde una persona resultó herida leve.

Durante la noche, en lugares como Nabaskoitze habían llegado a los -10º, en Aralar a -9º o -2,8º en Otxandio, pero también a -1º en Hondarribia. En municipios alaveses como Zalduondo la nieve acumulada llegaba casi al medio metro y en poblaciones próximas como Agurain se despertaban con -4,4º y con una buena nevada, como en Zigoitia o Barrundia.

La ciudad gasteiztarra era de las capitales vascas la más afectada por el temporal. Cubierta de nieve, el Ayuntamiento emplazó a particulares, hosteleros y comerciantes a colaborar en las labores de limpieza, con el uso de sal. Hasta once tractores trabajaron durante la noche en la zona rural de la capital y diez vehículos lo hicieron en el interior de la ciudad. Entre 40 y 50 personas conformaron ese operativo, que ya durante la noche esparció 200 toneladas de sal.

Ése era el panorama matutino, con la red viaria abierta y los problemas habituales en los altos, aunque a mediodía sólo Urduña, Herrera y Belate estaban completamente cerrados al tráfico. Y es que la mañana fue bastante aburrida en lo meteorológico, a pesar de que en algunos puntos como en Arrasate o Zumarraga los copos fueran bastante habituales. Unas horas diurnas decepcionantes para quienes esperaban nieve y sólo veían, como lo definían los internautas de Meteored, `txikikopos', `txirinieve', `xirinieve' o `microcopos'.

Una situación meteorológica fría, pero a la vez seca, y es que ya se había anunciado que no habría grandes precipitaciones en este primer temporal invernal. Aun así, en zonas como Eibar, Eskoriatza y otras nevaba a ratos. En otros puntos, como Tutera, se conformaban con una sensación térmica de -10º.

La nieve llegó por la tarde

Curiosamente, si algo llamaba la atención era la diferencia térmica entre Bizkaia y su contigua Gipuzkoa. En Zarautz, por ejemplo, a las dos de la tarde tenían una temperatura de -1,2º. En Jaizkibel, a 500 metros de altitud, a esa hora había -6º. Un frío del que también tenían buena constancia en Donostia, donde los termómetros callejeros, como los del paseo de la Concha, marcaban entre 1º y -1º, un registro parecido al de la estación meteorológica del puerto de Hondarribia, con -1,3º a esa misma hora.

Arrasate, Elgoibar, Villabona, Bergara, Urretxu, Soraluze, eran algunos de los pueblos donde los copos mantenían cierta regularidad durante la mañana. Sobre las dos y media, comenzaba a nevar también en la capital donostiarra, pero igualmente en Pasaia, Errenteria y también Durango. En Hernani esa fina nieve caía durante más de dos horas, dejando una justita alfombra blanca.

Fue precisamente a partir de las tres de la tarde cuando el cielo se cubrió aún más sobre territorio guipuzcoano. En Donostia, empezó a cuajar en coches y zonas verdes, blanqueaba en Pasaia, o en Andoain. Sobre las tres y media, la que volvía a cubrirse de blanco era Gasteiz, ya con -2º, pero la imagen más esperada era de playas como la Zurriola o la Concha con una fina capa blanca. Por fin nevaba a nivel del mar, como se había anunciado, y la esperada fotografía de los arenales donostiarras con nieve podía ser inmortalizada un año más. Como llamativa era también la imagen de los botes en le puerto de Pasaia, pintados de blanco.

Donde se seguían tirando de los pelos a esas horas era en la mayor parte de Bizkaia, así como en la capital navarra, donde sólo veían despistados copos que no llegaban a cuajar, aunque el termómetro a las seis y media ya marcaba los -2,5º. Los vizcainos, por su parte, por fin vieron algunos copos algo consistentes sobre las cuatro de la tarde, en las afueras de Bilbo, en Getxo, Derio, en Galdakao, en Basauri... Lo hacía justo cuando dejaba de nevar en la vecina Donostia. Más lo disfrutaban, por ejemplo, en Eibar (a sólo 121 metros) o Tolosa, Oñati, bien blanquitas, o la comarca alavesa de Aiara, como en Amurrio.

De esas nevadas moderadas o débiles de manera desigual sobre buena parte de Euskal Herria daba fe el estado de las carreteras, que a las cinco de la tarde sólo presentaba dos puertos cerrados: Orduña y Dima; el de Herrera, con cadenas. Entrada la tarde-noche, las precipitaciones desaparecían de prácticamente todo el territorio, a la espera de lo que pudiera deparar la noche, que prometía, más que nieve, mucho, mucho frío y peligrosas heladas.

Todo indica que este jueves seguiremos con esas temperaturas muy bajas, que persistirán hasta mañana y el sábado. El domingo y lunes el sol se dejará ver de nuevo, los termómetros se recuperarán y esas mismas previsiones apuntan a que para el martes, de nuevo más frío.

Así las cosas, este primer temporal invernal nos dejará, a juicio de vizcainos y navarros, con más ruido que nueces. Y es que los hombres y mujeres del tiempo ya saben que cuando con días de antelación comienzan a anunciar aquello de la «cota de nieve a nivel del mar», lo que es una predicción se convierte al instante en palabra de meteorólogo. Y una cosa es la cota y otra que precipite.