CRíTICA teatro
Pastel de venganza
Carlos GIL
Un final aparentemente feliz que conlleva un mensaje moral que gracias a la perfecta trama dramática va despistando de manera constante al espectador convirtiendo un acto de venganza, de restitución de una injusticia en otra injusticia, mientras el espectador se identifica con el personaje principal que acaba siendo un asesino en serie con la complicidad de la simpática pastelera que le da cobijo.
Esta producción no escatima medios, con especial importancia de los medios humanos, para lograr un gran espectáculo. Si la escenografía es magnificente, impresionante a la vez que práctica, la música llega nítida, y el equipo actoral transmite todas las emociones, realza las situaciones, sabe transitar por los diferentes pasajes drama, comedia, cantables, configurando un mundo propio realmente confortable además de eficaz.
De entre la amplia nómina de actores destaca Vicky Peña, inconmensurable en su papel de Mrs, Lovett. Un dechado de sutilidad, técnica vocal, ductilidad y sensibilidad.
Obra: «Sweeney Todd».
Autores: Stephen Sondheim, Hugh Wheeler.
Intérpretes: Pedro de los Ríos, Joan Chorizas, Teresa Vallicrosa, Vicky Peña, María del Mar Maestu, Tony Cruz, Xavier Ribera-Vall, Pedro Pomares.
Escenografía: Jon Berrondo.
Vestuario: María Araujo.
Dirección: Mario Gas.
Producción: Teatro Español.