La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, tenía previsto ayer por la mañana participar en un acto de precampaña electoral de su formación en Astigarraga, arropando a los candidatos por Gipuzkoa para los comicios autonómicos. Sin embargo, cambió de planes.

La plana mayor del PP, con su presidente en la CAV, Antonio Basagoiti, al frente, protagonizó otro acto, pero en la vecina localidad de Hernani. Custodiados por decenas de agentes de la Policía autonómica y los respectivos guardaespaldas, los representantes de la formación es- pañola irrumpieron en el edificio consistorial a primera hora de la mañana, poco después de conocerse que durante la madrugada se había producido una explosión en el repetidor del monte Santa Barbara del municipio guipuzcoano.

El objeto de la visita a Hernani era acaparar la atención de los medios e intentar cargar contra la alcaldía de la izquierda abertzale, pero un suceso fortuito cambió los planes del PP, hasta el punto de hacer que el acto fuera rápidamente silenciado en la práctica totalidad de los medios: a una escolta se le disparó el arma en el interior del Ayuntamiento.

«Bofetada a la democracia»

Nada más llegar a Hernani, la plana mayor del PP se dirigió al edificio consistorial, directamente al cuarto piso, donde cuenta con un despacho.

Mientras que Basagoiti, De Cospedal y Usandizaga depar- tían en la habitación con la edil del PP de Hernani, Mariluz Anglada, una guardaespaldas de la secretaria general del PP acudió al baño que se encuentra al final del pasillo, entre despachos municipales. Una detonación se escuchó en ese momento en toda la planta; la pistola de la escolta se había disparado de forma accidental.

La guardaespaldas no resultó herida ni sufrió daño alguno, aunque testigos presenciales indicaron que «salió temblando» de los aseos. Dos horas después del suceso, tal y como muestra la segunda fotografía, todavía podían verse fracciones de la bala, así como un azulejo roto.

Evidentemente, el suceso protagonizado por la escolta de De Cospedal no fue ni siquiera mencionado por los representantes del PP. Sus dirigentes trataron de desviar la atención hacia otras cuestiones, como la acusación a trabajadores del Consistorio de Hernani de estar recogiendo firmas de los ciudadanos para la plataforma electoral D3M en ese momento.

La propia secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, tildó de «bofetada a la democracia» la estampa con la que se encontró al llegar al Consistorio; tres funcionarios públicos recogiendo firmas de vecinos para posibilitar que Demo- krazia Hiru Milioi pueda concurrir a los comicios del 1 de marzo, constituida como plataforma electoral.

Y una vez abierta la veda, De Cospedal cargó de nuevo contra el Gobierno del PSOE por haber cometido «un terrible error, al permitir que ETA volviera a las instituciones, que ANV esté en los ayuntamientos», y calificó de «bofetada a la democracia que hoy en Hernani se pueda producir una concentración de alcaldes de ANV», en referencia a la rueda de prensa que realizó después la izquierda abertzale.

«Es absolutamente imprescindible que Batasuna, con el nombre que sea, deje de estar en los ayuntamientos», prosiguió la dirigente española, que expuso su apoyo a la moción de censura que quitará hoy la alcaldía a la izquierda abertzale en Azpeitia.

Por su parte, el presidente del PP en la CAV, Antonio Basagoiti, insistió en el mensaje de que «a ETA se le puede y se le debe derrotar. Cuando se aplica el Estado de Derecho con contundencia y no se le deja espacio a Ba- tasuna y se atacan todos los frentes y las fuerzas de seguridad siguen siendo eficaces, cada vez hay menos ETA».